El fiscal procesado por el juez Ramos Padilla y a cargo de la investigación de la causa de las fotocopias mal llamadas de los cuadernos, se pisó solo y quedó en offside después que declarara ante la pregunta de un periodista si existían registros grabados de las declaraciones de los arrepentidos, algo que hasta ese momento estaba en duda debido a las irregularidades que se habrían cometido y que constituiría la nulidad de lo actuado.