El columnista supuestamente humorístico de Clarín, Alejandro Borensztein, hoy se encargó de atacar a Cristina Kirchner, mostrándola como alguien lo suficientemente peligrosa como para convertirse en una real amenaza ante quien se atreva a ir en contra de sus órdenes.
En su columna de este domingo, escribe que “el pedido de la Vicepresidenta de la Nación para ser eximida del pago del Impuesto a las Ganancias sobre sus pensiones vitalicias fue rechazado por el abogado de la ANSES, un tal González. Por suerte para él, en la Argentina hay muchos González, por lo que suponemos que este heroico muchacho todavía tiene alguna chance de pasar desapercibido por las fronteras y huir del país”.
Agrega ¿josamente? que “el pedido realizado por la Vicepresidenta, en ejercicio virtual y remoto de la presidencia, ahora deberá ser resuelto por una jueza cuyo apellido no vamos a develar. De eso se va a ocupar el gobierno en cuanto sospechen que el fallo pueda salir en contra”.
Tal como es su costumbre domingo tras domingo, el hijo del recordado Tato Bores aprovecha esta columna para vomitar su odio, y señala que “seguramente la jueza terminará fallando en defensa propia, o sea a favor de la Vicepresidenta. Últimamente no está bien visto en el Senado que un juez ande por la vida dictando sentencias contra Cristina”.
Sostiene que “a mejor prueba de esto fue lo sucedido con Bruglia, Bertuzzi y Castelli, que no es la delantera del Milan sino los famosos tres jueces que el kirchnerismo pretende liquidar con la excusa de que fueron mal trasladados”.
El “humorista” ultramacrista y ex marido de Viviana Canosa considera que “en realidad, si estos tres jueces hubieran sido Zaffaroni, el primo de Zaffaroni y la cuñada de Zaffaroni, nadie cuestionaría sus traslados. El fondo del asunto no es la forma en que fueron nombrados sino los fallos que emiten”.
Por último, en su habitual columna para el diario de Héctor Magnetto, y escudándose en el “humor”, Borensztein subraya: “Por todo esto, vaya desde aquí un consejo gratarola para la jueza que tiene que resolver si Cristina debe pagar o no impuestos a las ganancias: dale la razón nomás, y dormí tranquila. Haceme caso”.