El actor Damián De Santo sostuvo ayer que el mundo usa a América Latina como conejillos de Indias para la vacuna contra el COVID- 19 y que sólo piensa dársela si lo obligan.
“Yo quiero salir a trabajar y contagiarme, y que sea lo que Dios quiera, que quedarme en casa y morirme de angustia y arruinarle la vida a toda mi familia por mi amargura, por mi falta de proyectos, por mi falta de sueños, por mi falta de futuro, y la falta de futuro que yo le genero a mis hijos”, declaró en Intrusos.
En esa línea, Rodrigo Lussich le consultó sobre su postura en relación a las vacunas y el actor fue contundente. “A mí me gustaría un poco más de información con respecto a la ANMAT y la Organización Mundial de la Salud, incluso la organización de los médicos argentinos, que se hagan las pruebas pertinentes, y bueno, si es obligatorio vacunarse, me vacunaré. Voy a tratar de evitar que se vacunen mis hijos porque creo que tienen más futuro que yo y quiero que esperen por lo menos a ver qué me pasa a mí”, señaló.
Agregó: “Los efectos adversos de la vacuna van a tardar en manifestarse, entonces es probable que empiecen a pasar cosas a mitad de este año de los que se vacunaron a principios de año o casi a fin de año. De alguna manera, el mundo nos usa a Latinoamérica como conejillo de Indias. No me extrañaría que seamos el sector del mundo donde se prueben las primeras vacunas”.