Bajo la consigna “Hermana, soltá la panza”, la iniciativa “Mujeres que no fueron tapa” busca desafiar el mandato de llegar flacas y esculturales a las vacaciones. Más de 1.100 mujeres de todas las edades ya mandaron fotos y videos relatando sus experiencias.
La iniciativa Mujeres que no fueron tapa (Mqnft) lanzó la campaña “Hermana, soltá la panza” que se propone llenar las redes sociales de panzas de mujeres reales este verano para “hackear el operativo bikini”, es decir, desarmar el mandato de llegar flacas y esculturales a los primeros calores para lucirse en malla.
En respuesta a esta convocatoria, más de 1.100 mujeres de todas las edades ya mandaron fotos y videos -algunas de cuerpo entero, otras recortadas- junto con los relatos de experiencias personales que dan cuenta de lo opresivo que se torna por momentos la exigencia de “meter la panza” que vienen escuchando desde la infancia.
“Es la primera vez que me doy cuenta, a mis 38 años, que mi panza es normal, que es parecida a la mayoría de las panzas. Increíble cómo nos venden imágenes de cuerpo super minoritarios como si eso fuese lo normal o lo más común. ¡Qué loco hacer ese click y qué necesarios estos espacios para hacerlo!”, dice uno de las tantas respuestas que disparó esta campaña y que pueden leerse en la cuenta de Instagram de Mujeres que no fueron tapa.
“A mí me lo dijo la pediatra a los 4 años, que para que no se me fuera a marcar la panza era algo que tenía que acostumbrarme de chica”, aportó otra de las seguidoras de la cuenta.
Y en las historias, toda una seguidilla de panzas en primer plano: algunas con estrías, otras con cicatrices, algunas más prominentes incluso que el busto, otras que apenas sobresalen de los pantalones o polleras. Y todas flácidas, como la tienen la mayoría de las mujeres.
“El hashtag lo venimos usando desde hace cuatro años cuando llega esta época, pero este año lanzamos la campaña porque me pareció que todo estaba mucho más opresivo en relación a los cuerpos”, dijo a Télam la artista visual y referente de Mqnft, Lala Pasquinelli.
La artivista explica que “cuando hablamos del modelado de los cuerpos no es que estamos hablando exclusivamente de la panza, hablamos de todo lo que implica exigirnos esto de no tener panza” que en el fondo lo que plantea es “que si el cuerpo tiene la forma que tiene, es un cuerpo inadmisible”.
“Las mujeres cuentan cómo desde muy pequeñas, les decían que había que meter la panza con todo lo que implica esta restricción. Todas hemos sido educadas esto de no decir, no soltar, no expandirte, no ocupar el lugar”, dijo.
Y lejos de alivianarse, esta exigencia -según Pasquinelli- va en aumento.