“No se pueden repetir historias en materia económica”, planteó hoy Alberto Fernández, y al justificar la falta de un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, dijo: “Por eso nuestra pelea con el FMI, por más que algunos se disgusten. Donde decimos que tenemos que tener derecho a crecer, según nosotros creemos cómo debemos crecer. Tener memoria, simplemente tener memoria. Y recordar, en ese caso, que cuando los ajustes llegaron, nuestro pueblo padeció”.
El presidente enfatizó sobre el mismo tema: “Solo recuerden 2001, lo que significó para la Argentina. Recuerden que el ajuste más cercano que el Fondo le pidió a la Argentina hizo desaparecer el Ministerio de Salud, de Trabajo, y de Ciencia y Tecnología. Hizo perder tres baluartes centrales para el desarrollo de un Estado y de una sociedad”.
Fernández hizo estas declaraciones durante un acto de lanzamiento del plan de vacunación para la vuelta a clases presenciales, en el partido bonaerense de Morón
Al retomar la cuestión de los ministerios que fueron transformados en secretarías durante el gobierno de Mauricio Macri, sostuvo que “sin desarrollo de la ciencia y la tecnología uno se queda atrapado en el pasado; por eso Salud volvió a ser ministerio, Ciencia y Tecnología también y por eso Educación tiene la preponderancia que tiene”.
Durante su discurso desde el Microestadio Municipal “Diego Armando Maradona”, el mandatario también aprovechó para lanzar un dardo contra la ministra de Educación porteña, Soledad Acuña, aunque sin nombrarla. “Nosotros no creemos que en la pandemia los chicos que dejaron el colegio están deambulando por las calles de un barrio popular o fueron reclutados como soldados para el narcotráfico. No creemos eso. Creemos que son chicos que están esperado una mano que los auxilie y los haga retomar el rumbo de la educación”, al tiempo que destacó la extensión del plan Progresar como un instrumento para recuperar estudiantes en las aulas.
La frase de Alberto llegó después de que la funcionaria que responde al jefe de Gobierno de la Ciudad, Horacio Rodríguez Larreta, quedara en el ojo de la tormenta y despertara un generalizado repudio a sus palabras, cuando señaló que “es muy tarde” para “salir a buscar” a algunos jóvenes que dejaron de ir a la escuela durante la pandemia, porque “seguramente ya están perdidos en el pasillo de una villa o cayeron en actividades de narcotráfico”.
Mientras, Fernández se comprometió hoy a que la “prioridad” de este ciclo lectivo será “que haya escolaridad y presencialidad para todos los jóvenes argentinos”. Entonces indicó: “A los docentes tenemos que darles escenarios seguros para volver a trabajar y eso lo da la vacunación”.
En ese sentido, detalló que cerca de 80 % de los internados con coronavirus no tienen el esquema de inoculación iniciado, ni completo. “Para que todos podamos volver a la presencialidad plena, es necesario que todos estemos vacunados”, refirió Fernández, que remarcó que aplicarse las dosis es un “acto de responsabilidad individual”, pero también “un acto solidario de cuidar al otro”.
“Por eso ahora, que empieza el calendario de vacunación en la Argentina, estamos iniciando este plan”, expresó el presidente para anunciar así el lanzamiento de la campaña contra el Covid-19 en los colegios, que pretende colaborar con el objetivo de lograr 190 días de clases en las aulas. “Quiero que esos 190 días de clases pensemos en estudiar, en enseñar y en aprender; y no en el riesgo de contagiarnos. Estamos dando un paso importante, este es el comienzo”, sostuvo.
Y a pesar de que destacó que la Argentina tiene “muy arraigada en su cultura” la vacunación, advirtió: “Quedan bolsones de la sociedad sin vacunar y hay que ir y convencerlos sobre la necesidad de vacunarse”.
La campaña presentada hoy está destinada a estudiantes de escuela primaria y secundaria; a sus familias: y a docentes y no docentes de todos los niveles. De momento, 77,4 % de las niñas, niños y adolescentes ya cuentan con al menos una dosis, y 56,6 % completó su esquema de vacunación, según informó la Agencia Télam.
En un repaso por lo que ocurrió durante la crisis sanitaria, Fernández habló de “118.000 personas” muertas con Covid-19 como una “cifra escalofriante” y acotó: “Somos una generación de sobrevivientes de la pandemia y, como tales, tenemos imperativos morales mayores. Hemos tenido la suerte de sobrevivir a semejante desgracia. Esos imperativos nos obligan a ser una sociedad más justa y equitativa”.