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La Plata
19 abril, 2024
PAÍS

Sergio Massa llega al gabinete para el relanzamiento de una nueva etapa en el Gobierno y el Frente de Todos

Por Eduardo D’Argenio.- A Alberto Fernández y Cristina Kirchner no los une el amor, lo cual no significa que lo haga el espanto. En todo caso, los une la necesidad y la urgencia por salvar al Gobierno. Tan literal es esto, como que solo resta un año para las PASO. Por lo tanto, el presidente y su vice coincidieron en que había llegado el momento de tomar decisiones contundentes ante un complicado escenario político y económico que provocó un estado de parálisis y desorientación, sumado al enrarecido aire que se encargaron de alimentar una irresponsable oposición y los medios hegemónicos.

Y es en este contexto -que bien podría ser retratado como una emergencia-, que Sergio Massa desembarca en el gabinete. A simple vista, el tigrense pasa a convertirse en un súper ministro, al quedar al frente de tres carteras (Economía, Desarrollo Productivo y Agricultura, Ganadería y Pesca) aunque, a decir verdad, es un retorno a la estructura histórica de tener bajo control esas áreas.

“Ojo, no hay que confundirse y suponer que Sergio llega como una especie de Mesías o de salvador de la Patria”, se encargan de aclarar cerca de quien todavía es presidente de la Cámara de Diputados.

La lectura de esa aclaración apunta a la necesidad de otorgarle el indiscutible peso que tendrá el rol que le fue asignado, pero dejar sentado que no se trata de una especie de suma del poder total para dejar en un plano casi testimonial el papel de Alberto Fernández.

Más allá de las simpatías y rechazos que genera la imagen de Massa, en el Frente de Todos son conscientes de que este relanzamiento del Gobierno bien podría ser la última oportunidad para tomar las riendas, lo cual no deja de ser una lógica de supervivencia para la coalición oficialista.

Es que el arribo del tigrense al gabinete significará el retorno de la imprescindible cuota de volumen político para el manejo de la economía por parte de alguien que no es economista. En otras palabras, es una vuelta a aquella premisa de Néstor Kirchner, en cuanto a que los vaivenes económicos deben estar supeditados a la política.

Y en este real estado de emergencia, Massa y su equipo se enfrentarán a desafíos como la inflación de julio, que no será menor al 8 %; la discusión por el nuevo salario mínimo en agosto, mientras que en septiembre se espera por una nueva revisión del Fondo Monetario Internacional (FMI) y un vencimiento de deuda cercano al billón de pesos, además de intentar poner un freno a la locura desatada por los llamados “mercados” en las últimas semanas.

En el plano personal, no cabe duda en cuanto a que el designado ministro de Economía encuentra la llave para consolidar su carrera política. Se sabe que es un hombre ambicioso, y que, desde el Frente Renovador que creó allá por 2013, nunca ocultó sus aspiraciones presidenciales. Por eso mismo es que, conocedor de las idas y vueltas de la política, sabe que el éxito o fracaso de su gestión será la herramienta que le permitirá concretar o enterrar para siempre su sueño. De ahí el optimismo y la esperanza que genera su nombramiento en las distintas líneas del FdT, sabiendo que Massa no dejará escapar esta oportunidad.

Los otros cambios

Mientras tanto, después de dejar su cargo como titular de AFIP, Mercedes Marcó del Pont asumirá como nueva secretaria de Asuntos Estratégicos que dejó un hombre muy cercano al presidente, como Gustavo Béliz. La reemplazará Carlos Castagneto, el hasta hoy Director General de Recursos de Seguridad Social de la misma institución.

En medio de la reestructuración de gabinete, Daniel Scioli volverá a la embajada argentina en Brasil. De esta manera, el ahora ex ministro de Desarrollo Productivo retornará a sus funciones diplomáticas en el país vecino.

Por su parte, Silvina Batakis fue designada por Alberto Fernández como presidenta del Banco Nación, al tiempo que agradeció “el compromiso que demostró al sumarse al gabinete”. Batakis reemplazará así a Eduardo Hecker. La ahora ex ministra de Economía había iniciado su gestión a principios del mes, y venía de reunirse con representantes del FMI y el Banco Mundial en Estados Unidos.

En tanto, el presidente también aceptó la renuncia de Julián Domínguez al frente del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca. El área será absorbida por la nueva estructura de poder del ministerio que controlará Sergio Massa.

 

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