Después de cinco años de la tragedia, hoy se pondrá en marcha el juicio por la muerte de Sandra Calamano y Rubén Rodríguez, la vicedirectora y el auxiliar de una escuela primaria de Moreno que fallecieron como consecuencia de una explosión de gas dentro del establecimiento, ocurrido 25 minutos antes del ingreso de los alumnos.
La decisiva instancia tendrá lugar en los tribunales de Mercedes con tres acusados, por lo que se analizará lo que fue aquel dramático episodio que desnudó graves problemas de infraestructura escolar que el gobierno bonaerense de entonces, a cargo de María Eugenia Vidal, no le había dado solución.
La muerte de Sandra y Rubén desató grandes movilizaciones de la docencia, y puso en el centro de la escena la falta de mantenimiento de los edificios escolares.
Sin embargo, en el banquillo de los acusados del juicio no estarán sentados ni el entonces ministro de Educación bonaerense, Gabriel Sánchez Zinny, ni la ex gobernadora Vidal, quienes estaba a cargo de la gestión que escatimó recursos para la construcción y mejoras en escuelas públicas.
Sí, en cambio, serán juzgados el gasista Cristian Ricobene -quien está imputado por “homicidio culposo agravado en concurso real con defraudación en perjuicio de la administración pública” -, el entonces interventor del Consejo Escolar de Moreno, Sebastián Nasif, y los consejeros Mónica Berzoni y Jorge Galian, por incumplimiento de los deberes de funcionario público.
El 2 de agosto de 2018 a las 8.06 una pérdida de gas en la Escuela Primaria N°49 “Nicolás Avellaneda” de Moreno produjo una explosión que le costó la vida a la vicedirectora Sandra Calamano y al auxiliar Rubén Rodríguez en momentos en que estaban preparando el desayuno para los alumnos que tenían que ingresar 25 minutos después.
El titular del gremio docente Suteba, Roberto Baradel, puntualizó que la muerte de Sandra y Rubén fue “por la desidia y el ajuste del gobierno de Vidal”. “Esos mismos que se pasean por la televisión hablando de educación y son responsables”, recalcó a través de las redes sociales días atrás, cuando se cumplieron 5 años de la trageldia.
El día previo a la explosión, el gasista Ricobene había estado haciendo trabajos en el establecimiento, convocado por la propia vicedirectora, debido a un problema con una estufa y a un fuerte olor a gas.
Las familias de las víctimas lamentan que hayan quedado afuera del expediente los “responsables políticos” de la tragedia, grupo en el que incluyen al ex Director provincial de Consejos escolares, Marcelo Di Mario, además de Sánchez Zinny, Vidal y el ex ministro de Educación de la Nación, Alejandro Finocchiaro.
Rosa María Merlo, abogada de las familias de Sandra y Rubén, aseguró que durante el juicio la defensa de los acusados intentará probar que esas muertes fueron accidentales, mientras que desde la querella intentarán poner en evidencias las responsabilidades e incumplimiento de los funcionarios públicos. “Vamos a demostrar que hay responsabilidades políticas, tal como lo marca la familia, porque hay una cadena de personas que ejercieron tareas de forma delictiva”, adelantó.
“Más allá de quienes están imputados, vamos a ir por los funcionarios porque ellos fueron los que abandonaron a esta escuela a pesar de los ‘Carpetazos Educativos’ previos realizados por el Frente de Unidad Docente Bonaerense, donde se reclamaba por los problemas de infraestructura y se denunciaban los incumplimientos del Estado”, agregó.
La causa quedó consignada bajo la carátula de “homicidio culposo en concurso real con defraudación en perjuicio a la administración pública”, para Cristian Ricobene, mientras que Berzoni, Nasif y Galian serán juzgados por “incumplimiento de los deberes de funcionario público”.
Diego Rodriguez, hermano del auxiliar, dijo que “nos gustaría que los responsables políticos también sean enjuiciados, porque la muerte de Sandra y Rubén fue un asesinato laboral. Fue negligencia por parte del gobierno provincial, que no se ocupó de lo que debía”
Mariana Cattaneo, Secretaria General de Suteba de Moreno, recordó que luego de las muertes de Sandra y Rubén los docentes se organizaron en carpas frente al Consejo Escolar, mientras que varios establecimientos decidieron no abrir sus puertas, por temor a que sucediera lo mismo que en la escuela 49. En ese contexto, dijo que la entonces gobernadora Vidal envió gasistas a todas las escuelas del distrito para verificar la situación edilicia, lo que “nos generó más bronca, porque significó que tenían los recursos para evitar lo que pasó con nuestros compañeros”.
“La tragedia de Moreno para nosotros fue la corroboración brutal de que el ajuste, la desidia y el abandono, matan”, subrayó, por lo que “la explosión fue un antes y un después pero también en el sentido de que ese 2 de agosto se rompió esa tranquilidad que existía dentro de nuestras comunidades, de que cuando dejás a tu hijo o a tu hija en la escuela y te vas a trabajar, queda seguro. Esta idea tremenda de que se puede morir en la escuela no la teníamos en nuestra cabeza”.