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8 mayo, 2024
PAÍS

Villarruel apodó a Milei de “pobre jamoncito” y no descartó ser candidata a presidente

Como era de esperar, la vicepresidenta Victoria Villarruel,  dio un amplio reportaje a TN a horas de un nuevo 24 de marzo, como buena negacionista que es y consideró que ir a la marcha es de “morbo”. Más allá de su postura a favor de los genocidas, cuestionó las nominación de Ariel Lijo y al llamado a una “rebelión fiscal” por parte del diputado Espert. También habló de Karina, la hermana del presidente y apodó a Milei como “pobre jamoncito”.

Sobre el 24 de marzo dijo que hay un “morbo” con esa fecha y cambió el significado de conmemoración y homenaje a las víctimas por festejo. “Si quieren festejar el golpe que lo hagan, yo no lo festejo”, arremetió y reiteró su latiguillo de “memoria para todos”. Luego aclaró que no le constaba que se analizara un indulto y consideró que la solución para los que están detenidos es una “solución jurídica”.

Luego recordó que ella tiene su equipo para ocupar los ministerios de Seguridad y Defensa pero el presidente opto por Patricia Bullrich y Luis Petri. Allí afirmó que no estaba de acuerdo que las fuerzas armadas sean llamados a la guerra contra el narcotráfico. “La función de las Fuerzas Armadas no es combatir a civiles, creo que había quedado claro con el tema de los 70. El narco es un civil para el derecho. En los 70 se combatió el terrorismo, y los que lo combatieron están presos”, dijo.

Sobre las nominaciones para la Corte Suprema dijo que se “entero por los diarios”. Dio a entender que prefería una mujer para cubrir la vacante. Hablo bien de García Mancilla pero cuestionó a Ariel Lijo y recordó la causa del asesinato de José Ignacio Rucci.  “Yo trabajo con Claudia Rucci (hija del gremialista) en el Senado y la causa por el asesinato está en su juzgado y ahí Roberto Perdía que acaba de fallecer en presunción de inocencia, fue un terrorista, dirigente de Montoneros y tendría que haber respondido por éste, que fue uno de los pocos sindicalistas que dan orgullo en Argentina”, detalló.

 

También defendió el aumento de sueldo de los senadores, que ella había resuelto y que el Presidente ordenó revertir en medio de un show mediático. “Los legisladores tienen que ser retribuidos en forma digna. Para mí tienen que ganar bien, y no ganan bien. Un senador gana menos de 2 millones. Tampoco me parece bien lo que ganan los jubilados, no hay que seguir equiparando todo hacia abajo”, expresó Villarruel. Y agregó: “A los senadores le delegamos nuestra vida porque promulgan leyes sobre la propiedad y la vida, después hablamos si lo hacen bien, mal o poco. Si les pagás poco van a ser susceptibles a la corrupción”. 

Otra fuerte diferencia con el Presidente que expuso fue sobre la convocatoria a la sesión del Senado que trató, y rechazó, el DNU 70. “Estaba en juego la institucionalidad. Yo no puedo hacer lo que quiera, esto tiene que funcionar, se tienen que debatir las leyes. Yo soy un árbitro. El DNU ya tenía varios pedidos de muchos senadores para que se tratara. Puedo buscar el momento, pero no estar eternamente deteniéndolo”, dijo, respecto de la intención presidencial. “Esto no es un reinado”, tomó aún más distancia con el estilo de Milei, “existen las leyes y hay que respetarlas para evitar un daño mayor”.

Tampoco perdió la oportunidad de criticar a José Luis Espert, que ofició de vocero de los ataques que le dirigió la Casa Rosada cuando decidió seguir adelante con la convocatoria a tratar el DNU en el Senado. En plena operación contra la vice, Espert había dejado abierta la posibilidad de que ella buscara desestabilizar al presidente. “Si no sabés para qué opinás”, le respondió ahora Villarruel con una sonrisa gastadora. 

La venganza contra el ahora diputado preferido de Milei se extendió a otro tema caliente que también roza al presidente: el llamado a una rebelión fiscal en la provincia de Buenos Aires. “Mientras sea un ciudadano común puede decir lo que quiera, pero como funcionario no puede llamar a desobedecer la ley. Hay que pagar los impuestos”, lo fulminó. 

Consultada su relación con Karina, la hermana del presidente, reconoció que tiene un carácter fuerte pero que ella también. “Las dos queremos lo mejor para Javier”, explicó para enseguida agregar que en algunas cosas “somos bastante parecidas”. “Cuando se juntan dos del mismo polo, las cosas se recalientan y pueden explotar”, dijo entonces con sonrisas el entrevistador. “Claro, y en el medio está Javier… ¡Pobre Jamoncito!

“¿Presidente?, No sé, no lo descarto”, respondió cuando le preguntaron por sus aspiraciones. Poco después de asumir se había declarado “preparada para todo” en una entrevista con el Financial Times y las versiones sobre su apuro por llegar a ese puesto se multiplicaron por sus contactos con Mauricio Macri. Por las dudas, en el reportaje aclaró que quiere que Milei termine su mandato y, “si quiere renovar, que lo pueda hacer”.

Para tratar de alejar las sospechas se quiso mostrar desinteresada por su carrera política pero no resultó demasiado convincente. “Trato de no creérmela, no leo encuestas, solo me entero de ellas cuando todos los demás ya las conocen”, aseguró con cara de medir mejor que el presidente.

 

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