Estamos mal y terminaremos peor. La política libertaria nos lleva a la destrucción total del país: inflación, precios por las nubes, tarifas dolarizadas, despidos, la no entrega de comida a los más pobres, remedios que ya no se pueden comprar, suspensión de las obras de infraestructuras. Como si fuera poco, estamos a punto que se apruebe la Ley Bases que permitirá por 30 años que las multinacionales extranjeras lleguen a la Argentina para saquear el petróleo, el litio y todo lo que tenga valor en nuestra tierra sin dejar un solo peso al país. Mientras tanto el presidente Milei, a 5 meses de gobierno mantiene una popularidad que ronda el 50 de imagen positiva, con un pueblo que todavía tiene esperanzas y una oposición diezmada.
¿Qué está pasando en el peronismo?. Qué pasa con nuestros representantes que no se los ve. En estos días nos enteramos que el gobierno esconde más de 5 millones de kilos de comida que se niega a entregarlos a los que más necesitan. Qué pasa que nuestros legisladores, nuestros intendentes y gobernadores deberían estar en la puerta de los galpones de Villa Martelli exigiendo que se reparta la comida a los comedores populares. Solo estuvo Juan Grabois y ¿el resto del peronismo? No se sabe, no contesta.
Mientras tanto solo se escuchan peleas internas que a nadie le interesa, muchos menos en estos momentos tan difíciles para la Argentina.
El peronismo, golpeado todavía por el fracaso electoral, sigue debatiendo en su mayoría cómo avanzar por la ancha avenida del medio. Se escucha que hay que acordar con Miguel Ángel Pichetto, con Guillermo Moreno, con Martín Lousteau y hasta algunos mencionan al fantasma de Horacio Rodríguez Larreta. No olvidarnos de Daniel Scioli que se convirtió en un empleado de Milei y que por estas horas suprimió los Juegos Evita. Da asco. ¿Ya lo expulsaron del PJ?
La pregunta que debemos hacernos son dos: ¿Qué hicimos tan mal para que nos gobierne este tipo? ¿Cómo hacer para recuperar la confianza de los argentinos y volver a tener un país en crecimiento, con salarios dignos y empleo?
Tanto Perón como Cristina, cuando fueron oposición buscaron ampliar hacia el centro. Durante los primeros 10 años, Perón negocio con Arturo Frondizi, luego intentó volver con Illia y fracasó. La posición centrista no dio resultado, tanto fue así que hasta un sector del sindicalismo lo enfrentó bajo la consigna “Para salvar a Perón, hay que estar contra Perón”. Luego negociaron con la dictadura de Juan Carlos Onganía las obras sociales.
Por su parte, Cristina Kirchner decidió en 2015, 2019 y 2023 transitar la avenida del medio eligiendo candidatos moderados como lo fueron Daniel Scioli, Alberto Fernández y Sergio Massa, creyendo que esos candidatos negociarían mejor con el establishment económico. Fueron tres grandes fracasos; más allá de que en 2019 Alberto Fernández ganó las elecciones, su gobierno fue malo.
Fue recién a mediados de la década del sesenta que Perón decidió dejar los acuerdos y profundizar la pelea contra la oligarquía a partir de una fuerte alianza con los jóvenes. En aquellos años, la juventud se había peronizado y radicalizado gracias a muchos pensadores nacionales, algunos venían desde la izquierda, como Rodolfo Puiggrós, Jorge Abelardo Ramos y Juan José Hernández Arregui y otros del nacionalismo popular como Arturo Jauretche y Raúl Scalabrini Ortiz. Incluso Perón no dudó en apoyar las “formaciones especiales” de aquellos jóvenes que sintieron que el único camino eran la armas.
Volviendo a nuestros días, la única vez que Milei retrocedió fue cuando un millón de jóvenes salieron a la calle a defender la universidad pública y gratuita. El gobierno tuvo que ceder y acordar el presupuesto con todas las universidades nacionales.
Hay que organizarse, dejar un poco X (ex Twitter) y Tik Tok y trabajar más en la calle. Hablar con todos los argentinos, especialmente jóvenes sobre una Argentina con más justicia social, sueldos dignos y mejores jubilaciones. Y si volvemos al gobierno actuar sin miedo ante el establishment económico, defender las empresas nacionales e intervenir, si es necesario el poder Judicial, como lo hizo Perón en 1947 y Hugo Chávez en Venezuela. Como decía Perón “Al amigo, todo; al enemigo, ni justicia”.
Olvidémonos de la ancha avenida del medio. Para recuperar la Patria hay que jugar fuerte y “volver a enamorar” a miles de jóvenes. Como decía Néstor “que florezcan mil flores”.