En el Instituto PATRIA se llevó a cabo la Charla denominada “Una y Uno: Sin equidad no hay igualdad” con el objetivo de analizar y respaldar el proyecto de Ley que promueve la igualdad entre hombres y mujeres en los cargos electivos. La actividad estuvo encabezada por Cristina Álvarez Rodríguez, diputada Nacional del FPV-PJ; Remo Carlotto, diputado Nacional del Peronismo para la Victoria; Virginia Franganillo, creadora del Consejo Nacional de las Mujeres; Estela Díaz, secretaria de Género e Igualdad de Oportunidades de la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA); y el periodista Carlos Barragán, quién tomó el rol de moderador.
Además estuvieron presentes Oscar Parrilli, presidente del Instituto Patria; Jorge Ferraresi, intendente de Avellaneda y vicepresidente del Instituto Patria; Teresa Parodi, secretaria del Instituto Patria; Liliana Mazure, diputada Nacional del FPV–PJ; Victoria Montenegro, ex subsecretaria de la Unidad de Coordinación Nacional para la Prevención, Asistencia y Erradicación de la Violencia contra las Mujeres; Juliana Marino, ex Embajadora Argentina en Cuba; y Judith Said, coordinadora del área de Derechos Humanos del Instituto Patria.
Parrilli dio la bienvenida a los presentes y subrayó la importancia de debatir el proyecto de Ley “que tiene que ver con la inclusión política, social y cultural de todos los sectores de la sociedad”. Antes de dar paso al inicio de la charla hizo una mención especial a la situación de Milagro Sala injustamente detenida y perseguida: “No podemos olvidar que mientras estamos luchando por al igualdad tenemos el caso de que la primera detenida política de este gobierno es una mujer”, advirtió.
Cristina Álvarez Rodríguez, una de las impulsoras del proyecto “Una y Uno”, señaló la importancia de resignificar las banderas del peronismo en clave de género. La diputada reivindicó al feminismo desde el planteo de “defender que todas las mujeres puedan, no ser iguales, sino cada una en su diferencia acceder a la posibilidad de no ser discriminadas en los lugares de poder”.
Para contextualizar la problemática dio a conocer una serie de cifras “alarmante“: sólo el 4% de las empresas argentinas, grandes y PyMEs, tiene CEOs mujeres; sólo 15 de los 83 principales cargos de la dirección de sindicatos son mujeres; hay sólo una mujer entre los cinco jueces de la Corte Suprema de Justicia; en el gabinete de la Provincia de Buenos Aires sólo hay una mujer entre 19 ministerios; y en el Gabinete Nacional, hay sólo 3 mujeres entre 21 ministerios. En ese sentido explicó que “el proyecto aspira a dar el 50% de representación a hombres y mujeres en la listas electorales de diputados y senadores”, e indicó que “Una y Uno será otro logro más en un camino en el que el peronismo siempre fue protagonista de avances: el voto femenino, la legislación social y laboral, el cupo del 30% y ahora la paridad”.
Remo Carlotto por su parte analizó una serie de editoriales publicadas en medios hegemónicos en las que se alude a “cuestiones de mérito” para deslegitimar el debate acerca de la paridad en la conformación de la representación electoral. Además agradeció la posibilidad de que los varones se sumen al debate: “tenemos que dar nuestra opinión, poner nuestra voz, generar este criterio del sentido de inclusión, participación, de paridad e igualdad que planteamos en los 12 años de gestión”.
“Tal vez la marca particular que puedo aportar es que tuve el duro privilegio de haber estado cerca de la conformación del movimiento de derechos humanos de la Argentina, de las Madres y las Abuelas de Plaza de Mayo. Hay algo allí que tiene que ver con la intuición, la lucha, el compromiso y la mirada política – relató el hijo de Estela de Carlotto – ellas son un ejemplo de los caminos que puede trazar la mujer. De igual manera así como no le perdonaron a Eva Perón todo lo que hizo, no le van a perdonar a Milagro Sala ser constructora de poder, una luchadora negra, coya y pobre”.
Franganillo realizó un recorrido histórico del rol que tuvieron las mujeres y el peronismo en la lucha por la creación del Consejo Nacional de la Mujer y la Ley de Cupo. “Ya en ese entonces debatíamos el feminismo y las formas de participación de la mujer, de arriba hacia abajo y desde abajo hacia arriba”, dijo. Asimismo recordó las dificultades que tuvieron en el camino del debate de la Ley que terminó de gestarse con “una campaña callejera, que dio un resultado favorable y altos índices de aprobación”. Recordó que durante la noche de la sanción se autoconvocaron más de cinco mil mujeres adentro de la cámara de diputados: “fue uno de los más grandes logros de las mujeres durante la democracia”. Con respecto al Proyecto de “Una y Uno” manifestó: “tenemos que dar el debate desde una continuidad histórica que pueda recoger los avances de los últimos veinte años, desde la Ley de Cupo hasta la actualidad”.