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La Plata
4 mayo, 2024
"SIN RED"

Pasaron ocho meses de las denuncias por acoso, y recién ahora Ari Paluch sale a pedir disculpas

“Muchas veces en el afán por resultar gracioso, piola, seductor o simpático, producto de inseguridades e ingenuidades, actué mal, a la hora de proferir dichos desafortunados, altivos y carentes de cortesía”. Estas fueron las palabras que eligió el periodista Ari Palucha para hacer públicas sus disculpas por las denuncias por acoso sexual que lo tuvieron como protagonista hace ocho meses.

El escándalo estalló en octubre de 2017, cuando una microfonista de América lo denunció por acoso sexual y días después el canal lo desvinculó de la cobertura de las elecciones. De inmediato, comenzaron a sumarse las voces de otras mujeres que también acusaron duramente al conductor, situación que lo llevo a alejarse de los medios.

Recién hoy rompió el silencio en una columna que escribió en el portal Infobae, donde minimizó la situación, a pesar de sostener que “quisiera expresar mis más sinceras disculpas a aquellas personas que se sintieron acosadas laboralmente por mí”.

“Afortunadamente a lo largo de mi carrera puedo contar por centenares a compañeros y compañeras de trabajo con las que a través de los años me relacioné y me sigo relacionando con afecto y camaradería. Pero hubo algunos casos donde esto no ha sucedido”, comienza el descargo del periodista.

En tanto, se esfuerza por minimizar las situaciones de acoso que él generó, y pone el énfasis en lo que sus compañeras sintieron y no en lo que él generó: “Nunca me propuse acosar a nadie, lo que no implica que algunas personas experimentasen esa horrible sensación”.

Y agrega: “Nunca abusé de nadie ni ofrecí ventajas laborales a cambio de favores de ninguna índole. Creo fervientemente en el consenso mutuo para cualquier relación, pero también pienso que debí haber obrado con mejores modos, porque la ansiedad, la intensidad y la carencia de empatía arrasan con frecuencia al debido respeto”.

Finalmente, Paluch termina diciendo que “el hecho de que no hubiese actuado con malvadas intenciones, no implica que no haya podido hacer sentir mal a quienes fueron objeto de mis palabras”.

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