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2 mayo, 2024
PAÍS

El peronismo convocó a una nueva caravana en defensa del gobierno y por el Día de la Militancia

Por Alfredo Silletta

Luego de las exitosas caravanas por los festejos del 17 de octubre y el 27 en recuerdo por los 10 años de la partida de Néstor Kirchner, el peronismo decidió salir una vez más a las calles para apoyar el gobierno de Alberto Fernández y Cristina Kirchner y realizar una gigantesca caravana, ya que la pandemia impide un acto tradicional, hacia el Obelisco para el 17 de noviembre, fecha que se conmemora el regreso de Juan Domingo Perón al país y que se conoce como el Día de la Militancia.

El Frente Sindical que encabezan el camionero Hugo Moyano y el bancario Sergio Palazzo convocaron a una caravana hacia el Obelisco y en distintos puntos del país, para el próximo martes. “Acaba de culminar la reunión vía Zoom de los 52 Gremios que integran el Frente Sindical Para el Modelo Nacional y se determinó convocar a una multitudinaria Caravana para el 17 de Noviembre a las 17:00 hs por el Día de La Militancia Peronista en conmemoración al regreso del General Juan Domingo Perón en 1972”, confirmó el comunicado firmado por Pablo Moyano (Secretario Adjunto de Camioneros) y Paco Manrique (Secretario Adjunto de SMATA).

El dirigente destacó que “la masiva movilización de la Caravana hacia el Obelisco del próximo día martes 17 conmemorará los 48 años del retorno de Perón a nuestro país, tras 18 años de exilio en el exterior”. Y cerró: “Se adherirán los compañeros de La Multisectorial 21F, Regionales de la CGT e invitamos a todos los compañeros peronistas que quieran sumarse respetando las medidas de prevención y asistiendo con barbijo”.

Se espera que en los próximos días, el PJ nacional, los movimientos sociales, La Campora, gobernadores, intendentes  y demás integrantes del Frente de Todos adhieran y salgan ese día a las calles con alegría para demostrar un claro apoyo al gobierno nacional, tan acosado por el establishment económico y los medios hegemónicos.

Lo que significó el 17 de noviembre. El año 1972 es políticamente decisivo. Perón fiel a su estilo había comenzado el año negociando con Lanusse hasta que rompió en el mes de julio. A partir de allí comenzó a gestarse definitivamente el regreso de Perón. Era una jugada arriesgada, a suerte y verdad, donde no se sabía si los militares permitirían finalmente el regreso de Perón, exiliado en 1955. Muchos dirigentes  justicialistas se reunían con miembros de las Fuerzas Armadas para saber que pasaría  si Perón volvía al país. Antonio Cafiero recordó en una entrevista realizada por Carlos Eichelbaum para la revista Los ’70 que se reunió con Lanusse en la quinta de Olivos y le anunció que Perón había decidido volver al país, ante lo cual el general Lanusse empezó a los gritos diciendo que “no iba a permitir que la negrada le hiciera un nuevo 17 de octubre’”.

Paralelamente a las difíciles negociaciones de Perón con el gobierno de Lanusse la violencia de los grupos guerrilleros aumentó considerablemente. Estallaban bombas por todos lados, incluido el Sheraton de Buenos Aires; el ERP secuestro y asesino al dirigente de la empresa Fiat, Oberdan Sallustro y los Montoneros ejecutaron al general Juan Carlos Sánchez, jefe del Segundo Cuerpo del Ejercito, con sede en Rosario. El hecho mas violento de ese año se produjo en el sur de nuestro país. El 15 de agosto fue copado el penal de Rawson lo que permitió la fuga de más de una veintena de miembros del ERP, FAR y Montoneros. Cuando llegaron al aeropuerto local solo pudieron  huir  seis  dirigentes, quedando 19 militantes atrincherados en el edificio del aeropuerto  donde pactaron su entrega. Los 19 detenidos son remitidos a la base Aeronaval Almirante Zar y masacrados el 22 de agosto por la Marina. Solo sobrevivieron con graves heridas tres militantes. La sociedad se indignó por esta carnicería y el partido Justicialista brindo su sede para realizar el velatorio de tres guerrilleros. En pleno velorio la Policía Federal reprimió  a los presentes ingresando con una tanqueta al local y llevándose los cadáveres.

La violencia continuaba en las calles de Buenos Aires y Perón decidió que volvería al país el 17 de noviembre como prenda de paz. Antes de su regreso dará a conocer las Bases mínimas para el Acuerdo de Reconstrucción Nacional donde planteaba modificar urgentemente la política económica-social en base a un programa elaborado por la CGT y la CGE y la integración  del Consejo Económico Social, el levantamiento del estado de sitio, la libertad de los presos políticos y gremiales y la designación de un oficial de las Fuerzas Armadas en el ministerio del Interior para alejar toda suspicacia sobre parcialismo políticos hasta que se realizaran las elecciones.

Finalmente el 17 de noviembre el general Perón regresara al país luego de 17 años de ausencia. El Ejército y la policía cierran todos los caminos a Ezeiza. No permitirán que el pueblo se reencuentre con su líder. El operativo de seguridad contará con el despliegue de más de 35.000 efectivos, tanques, piezas de artillería y con una casi segura represión para quienes se quisieran acercar al aeropuerto.

Muchos jóvenes decidieron sortear las vallas de Ejercito – algunos cruzaron a nado el río Matanza- en lo que fue una jornada fría y con lluvia. Eran momentos donde no había diferencias en los jóvenes militantes, tanto del sindicalismo como de la universidad, todos estaban unidos en el “Luche y Vuelve”.

Ya en tierra, el general Perón será trasladado por las  fuerzas armadas al hotel del aeropuerto internacional. La situación es tensa, no se sabe el final. El general Perón contará así su regreso: 

“Mi llegada fue un atropello de lo mas brutal y sobre todo de los  mas indigno, porque han procedido con un alto grado de indignidad. Ellos decían que era para darme seguridad y me tenían preso en una pieza en el hotel. Cuando al fin forcé la situación salí de la pieza y dije: ‘si no estoy detenido me voy’; me pararon en la puerta con la policía, las armas y todo (…). Consigo salir e irme a mi casa (…). Me echaron todo el ejército, toda la policía, rodearon la casa; no podía moverse nadie allí. (…) Llego un momento en que colocaron cañones antiaéreos en la esquina de mi casa, para asustarnos; pasaban aviones de la Marina, toda la noche volando bajo, también para tratar de intimidarme”.

El general estuvo en el país casi un mes. Residió en una amplia casa adquirida para esa ocasión ubicada en la calle Gaspar Campos, localidad de Vicente López. Desde el primer día miles y miles de militantes, especialmente jóvenes desfilaran para saludar al general. El historiador norteamericano Joseph Page dirá:

“El carnaval que se desarrolló en Gaspar Campos reafirmó la unión mística que existía entre el conductor y su masa. Los largos años  pasados en el exilio habían aumentado su atractivo, mas que nunca, era ahora una figura paternal que proyectaba sabiduría y comprensión, un mensajero de paz, un símbolo de esperanza, la encarnación del mito eterno.”

Tres días después de su arribo, en el restaurante Nino se reunirán  todas las fuerzas políticas con excepción de los partidos oficialistas. Allí una comisión redactará un documento donde se reclamara la derogación de la clausura inhibitoria del 25 de agosto, el levantamiento del estado de sitio, la libertad de los presos políticos y gremiales, y  que el proceso electoral se desarrollara sin interferencias de ningún tipo. Finalmente el 14 de diciembre viajara a Asunción, de ahí a Lima y por ultimo regresará a  Madrid.

 

 

 

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1 comentario

El Frente de Todos pone un freno a la avaricia del establishment económico - INFO135 13 noviembre, 2020 at 9:11 am

[…] El peronismo convocó a una nueva caravana en… […]

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