Ayer el operador de la ultraderecha tuvo un día torcido. Y lo demostró durante todo su programa, sacado por la decisión de Alberto de mandar el proyecto para despenalizar el aborto, sumado a que el oficialismo tenía los votos para la media sanción en diputados del impuesto a la riqueza y como colofón, la caravana que inundó las calles de Buenos Aires por el Día de la Militancia.
Lo que se dice, un mal día para ser gorila
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