La conductora de las mesazas, reemplazante de su abuela Mirtha, descontroló al aire con sus palabras pero también con sus gestos este fin de semana.
Zarpada, la nieta más renombrada jugó con su figura y hasta intentó subirse al mítico escritorio de la Chiqui. Entre bromas de doble sentido, Juana soltó revoleando la tanga: “A veces hay que gatear un poco”. Todo sea por una décima de rating
Juana Viale anticipó el regreso de Mirtha Legrand a los almuerzos por TV