Si hay prueba más lapidaria que el macrismo deja secuelas irreparables, basta con ver y escuchar al operador full time de la ultraderecha desvariar en su noticiero del canal de Macri para comprobar el daño irreversible que padece.
A tal punto es el desquicio producido que ahora el patético Edu se ha convertido en todo un semiólogo. Pero no uno cualquiera. Este es solo semiólogo de Cristina, su prohibida obsesión.
En ese contexto de delirio, Feinmann decidió hacer un análisis fino de cada expresión de la actual vice y lo llevó al paroxismo al sostener que CFK utilizó la palabra “histérico” no en el sentido popular del término, sino en forma ‘machirula’. Hablame de obsesiones