Después de tanta mala onda y de una poco sutil campaña por parte de los medios hegemónicos para evitar que una consagración de la selección argentina en Qatar levantara los ánimos de la población, en la Casa Rosada imaginan que la imagen de Lionel Messi levantando la Copa del Mundo servirá para mejorar el humor social de los argentinos.
Es que en los despachos oficiales le suman los avances conseguidos en la lucha contra la inflación en los últimos dos registros, además de una temporada veraniega que se anticipa histórica, con récords de ocupación en todos los centros turísticos del país.
Justamente, basándose en estas tres cuestiones, en el Frente de Todos apuestan a llegar a marzo en una situación de recuperación, más propicia para resolver las candidaturas y encarar el tramo decisivo del año electoral.
“Hace cuatro meses que viene mejorando el ánimo social, pero todo esto ayuda, claro”, aseguraron cerca del presidente Alberto Fernández. De todas maneras, en los últimos días, mucho se habló acerca de que no existe constancia de que los dos anteriores campeonatos del mundo hayan producido algún efecto beneficioso al gobierno de turno. Cerca del presidente estiman que, al menos, este hecho generará un humor más llevadero.
En el último trabajo de la consultora Analogías, un 54,4 % de los consultados respondió que con el campeonato seguramente mejorará el ánimo social mientras que un minoritario 37,6 % opinó que cambiará poco o nada.
Después de los dos años de pandemia por el Covid 19, seguido de un año de guerra en Ucrania, la victoria ante Francia el último domingo fue tomada como un regalo del cielo que ayudará a sobrellevar el siempre complicado diciembre, con una agenda de protestas en las calles para los próximos días.
Pero, se sabe, la situación económica –sobre todo en lo referido a la inflación- sigue estando al frente de las preocupaciones ciudadanas, y de ahí la búsqueda de mejorar el humor social en este rubro.
Por eso mismo, el índice del costo de vida de noviembre del 4,9 % fue una de las mejores noticias que podía recibir el oficialismo para medir sus posibilidades en 2023 con más optimismo. En esa dirección, el ministro de Economía, Sergio Massa, viene cerrando acuerdos con los distintos sectores en torno al 4% mensual para mantener la tendencia a la baja, aunque conseguirlo durante diciembre -un mes tradicionalmente inflacionario- se ve complicado.
Es más, el funcionario promete seguir bajando de a un punto por bimestre hasta terminar por debajo del 3 % cuando llegue el momento de las elecciones, dentro de diez meses. Después de este último índice, no se ve tan imposible.
Superado diciembre, en los meses de verano se espera una temporada con números récord. Hubo una muestra el último fin de semana largo, cuando más de 1,2 millones de personas recorrieron los principales destinos turísticos, con una ocupación que osciló entre el 80 y el 90 %.
“Este fin de semana de diciembre cerró un año maravilloso para la industria del turismo y anticipa una temporada de verano que volverá a tener cifras de movimiento muy elevadas”, celebró el ministro Matías Lammens. Esperan que la temporada veraniega sirva como gran movilizadora de recursos en todo el país, porque los niveles de ocupación no sólo estuvieron en los destinos tradicionales, sino que se distribuyeron a lo largo de toda la geografía. En otras palabras, un verano récord servirá para estirar el alivio hasta marzo, cuando arrancará el tramo decisivo de la campaña y se resolverán las candidaturas.
Demás está decir que en el Gobierno son conscientes de que, más allá del significado del triunfo de la selección en Qatar, y mientras los índices económicos sigan ayudando, se deberá armar una estrategia definida y una resolución no traumática de las candidaturas, después del paso al costado que anunció la vicepresidenta Cristina Kirchner.