El ministro de Economía, Sergio Massa, a horas de regresar al país luego de su exitosa gira por China, insistió que no debe haber PASO y que todo el Frente de Todos se acomode detrás de un solo candidato. Un planteo difícil ya que Wado de Pedro, Daniel Scioli, Agustín Rossi y Juan Grabois consideran necesario que el candidato presidencial salga de una interna.
El tigrense advirtió sobre sobre el riesgo que supone una PASO con varios postulantes de la coalición, que podría dejar a cada uno de los precandidatos desde el puesto 3 para abajo, con el ultraliberal Javier Milei en primer lugar. Desde el entorno del Palacio de Hacienda se preguntan qué pasaría al día siguiente de las primarias con las variables de la economía, en particular con la cotización del dólar, si ese fuera el resultado del armado electoral del peronismo. Luego agregan que el escenario sería muy diferente si un único candidato del FdT saliera primero en las PASO con un porcentaje cercano al 30%. Esos números lo dejarían con muchas chances de estar en el balotaje y de iniciar una nueva etapa de la campaña.
Mientras tanto Eduardo “Wado” de Pedro recorre intensamente la provincia de Buenos Aires y Daniel Scioli pasa a la ofensiva en un armado junto a Victoria Tolosa Paz, la recta final de la interna tiene cada vez más aroma a PASO. O al menos esa es la premisa bajo la que ambos precandidatos, junto a Agustín Rossi, vienen trabajando en la última semana.
Buscando ampliar por fuera de los márgenes del núcleo duro kirchnerista, De Pedro ha ido sumando las adhesiones de gran parte del arco sindical y espera, la semana que viene, poder hacer lo mismo con los gobernadores.
En Provincia de Buenos Aires algunos lo llaman, cariñosamente, “el hijo” de Cristina Kirchner. Desde que comenzó el gobierno de coalición del Frente de Todos, “Wado” de Pedro ha intentado mostrarse como un camporista “pragmático”, que dialoga con el círculo rojo y teje vínculos con los gobernadores a la vez que ejerce su rol como embajador cristinista en Casa Rosada. Y ahora, con su precandidatura lanzada casi oficialmente, De Pedro ha apuntado a la misma lógica para construir su imagen presidencial. El frenesí de reuniones y desembarcos de la última semana fue una muestra de ello. Del gobernador electo de Río Negro, Alberto Weretilneck, al titular del SMATA, Ricardo Pignanelli. Del sindicalismo K englobado en la Corriente Federal de los Trabajadores al gastronómico Luis Barrionuevo y los 40 gremios que integran la Mesa Nacional Sindical.
El sábado, por ejemplo, participó en Ensenada en el cierre de la asamblea del Frente Grande que preside Mario Secco -principal impulsor del clamor por CFK2023-, en donde el partido se manifestó oficialmente a favor de su candidatura. Horas más tarde, mientras tanto, se mostró junto a les dirigentes de Barrios de Pie, Daniel Menéndez y Natalia Souto. Hasta ahora, de parte del mundo de las organizaciones sociales, el apoyo más explícito provino del líder de Patria Grande y también precandidato presidencial Juan Grabois. En el caso del Movimiento Evita, por ejemplo, ha habido fotos y acercamientos pero aún ningún respaldo explícito, dado que Scioli también está tanteando. El fondo de la cuestión, para el Evita, es si habilitarán internas en algunos municipios como la Matanza.
En paralelo, Daniel Scioli también comenzó a mover sus fichas y a desafiar abiertamente el mandato del candidato único de la alianza kirchnerista-massista. Oficializada su sociedad con Victoria Tolosa Paz, el tándem encadena hace días reuniones con empresarios, intendentes, dirigentes sociales e incluso contacto con algún que otro gobernador para sumar espalda en la puja interna. También comenzaron los actos, los plenarios militantes y los colores de campaña. “Que sea el pueblo peronista el que tenga el gran poder de definir las candidaturas”, afirmó en un encuentro que encabezó, junto a Tolosa Paz, el sábado en Mar del Plata.
El embajador en Brasil evita confrontar con el cristinismo, pero cada vez que le ponen delante un micrófono se encarga de dejar en claro que no lo van bajar tan fácilmente. Además de haber reclutado parte de su vieja tropa bonaerense de sus tiempos de gobernador – su ex jefe de gabinete, Alberto Pérez, es su jefe de campaña -, Scioli viene sumando el respaldo de gran parte del “albertismo” que quedó en el Gabinete nacional. El canciller Santiago Cafiero aseguró estar “entusiasmado” por su candidatura y, recientemente, el ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, manifestó públicamente su respaldo. “Creo que el elegido va a ser Scioli, que hace la diferencia, porque tiene las posibilidades y el arrastre de su propia figura”, declaró y, fiel a su estilo, envió un tirito por elevación al candidato del kirchnerismo: “Wado nunca gobernó nada”.