En una muy interesante investigación del diario Perfil se conocieron las vinculaciones de la candidata a vicepresidenta, Victoria Villarruel, vinculada con grupos sectarios católicos de extrema derecha que funcionan en los márgenes del catolicismo. Cómo es la relación con el sacerdote Javier Olivera Ravasi, fundador de la Orden San Elías y su vínculo con la Fraternidad San Pío X. Desde hace meses, el Papa Francisco viene investigando estos grupos sectarios que produce preocupación en la Iglesia moderna por lo cual trabaja Francisco.
La nota fue escrita por Giselle Leclercq y acá la reproducimos en su totalidad:
“El catolicismo no es un universo homogéneo. Dentro de la Iglesia conviven diferentes líneas de pensamiento y, en algunos casos, las internas son feroces. En las últimas semanas, La Libertad Avanza comenzó a trabajar para tender puentes con Francisco, pero apareció un obstáculo: la candidata a vice de Javier Milei, Victoria Villarruel, está referenciada con un sector que el Papa siempre combatió.
Fuentes libertarias y eclesiásticas repiten palabras como “lefebvrismo” y “ultraderecha” para describir cuál es la posición de la dirigente, pero en su entorno se despegan. “Victoria es católica y la religión no tiene ultraderecha, derecha o izquierda. La religión es una sola y sos católico o no lo sos”, subrayó a PERFIL el diputado electo Guillermo Montenegro, una de las personas de máxima confianza de la dirigente
Más allá de la fe individual, sin embargo, hay hecho político indiscutible: ninguna autoridad religiosa recibió de manera formal a La Libertad Avanza. ¿Las razones? Los recurrentes insultos de Milei a Francisco y la sugerencia de Alberto Benegas Lynch de romper relaciones con el Vaticano sin dudas fueron clave. Pero tres fuentes distintas del mundo eclesiástico sumaron otros dos elementos: la relación de Villarruel con el sacerdote Javier Olivera Ravasi, muy conocido en redes por sus posiciones radicales, y su pertenencia a la Fraternidad Sacerdotal San Pío X, una organización preconciliar.
Montenegro, una vez más, le bajó el precio a esta información y dijo que “se trata de una idea que se intenta instalar”. En primer lugar, el diputado negó que Olivera Ravasi sea el sacerdote de Villarruel -algo en lo que coincidió el propio cura en diálogo con PERFIL-. Y, en segundo lugar, dijo que la Fraternidad no es el espacio de pertenencia de Villarruel y que la dirigente solo asiste a sus misas de la misma forma que asiste a otras.
La Iglesia se encolumna contra la idea de Milei y el amague de cortar relaciones con el Vaticano
“Nadie reconoce en público que es lefebvrista porque es una posición ultra y muy marginal”, subrayó una persona cercana a Francisco. En la Iglesia argentina, además, quedan muy pocas autoridades religiosas conservadoras. La mayoría de los obispos, propuestos por el Papa, tienen una mirada más moderna y rechazan el extremismo. Ellos serán, si La Libertad Avanza gana el balotaje, los interlocutores con el Gobierno y aunque por ahora no tienen diálogo, sí se conocen desde hace mucho tiempo y más de uno está preocupado.
La idea de que Villarruel y el sacerdote Olivera Ravasi tienen un vínculo cercano está extendida entre los miembros de la Iglesia. Cuando se buscan sus nombres en internet, aparece una entrevista que hicieron el 24 de marzo del 2021 sitio del religioso que se tituló “Día de la memoria, ¿hemipléjica?”.
“A Victoria la conocí personalmente en el 2021 porque vino a hacer de madrina en el bautismo del hijo de una muy amiga suya de la infancia. Esa fue la primera vez que la vi. La conozco hace veinte años por el trabajo que está haciendo en el Celtyv, pero no soy su sacerdote”, dijo Olivera Ravasi en diálogo con PERFIL. El cruce de sus historias comenzó hace muchos años. “Mi papá y su papá fueron compañeros en el Colegio Militar cuando eran cadetes. El padre de Victoria era un poquito mayor que el mío y yo conocía los comentarios de la familia Villarruel”, agregó el cura.
El padre del sacerdote, Jorge Olivera, fue mayor del Ejército y fue condenado a perpetua en el 2013 por delitos de lesa humanidad entre los que se incluyó secuestro, privación de la libertad, torturas y abuso sexual. En San Juan, donde operó durante la última dictadura, recibió el apodo de “El Carnicero”, y una de sus víctimas fue la modelo franco-argentina Marie Anna Erize. En dos oportunidade se fugó y hoy cumple su condena en prisión domiciliaria.
“Mi padre está detenido por haber luchado en la década del ‘70 y hace 15 años que está preso. Es algo público y yo lo he visitado en la cárcel. Para mí es una cruz familiar”, respondió el sacerdote. Su mirada de lo que sucedió en la Argentina durante la dictadura está en línea con la de Villarruel y en la entrevista en el 2021 reclamaron por un concepto que este sector repite: “la memoria completa”.
La historia de su padre y su mirada sobre la dictadura no es lo único que genera desconfianza en las autoridades religiosas. La propia trayectoria de Olivera Ravasi supo generar controversias. El sacerdote se formó en el Instituto Verbo Encarnado (IVE), una organización religiosa extremista que fue clausurada por el Papa Francisco en medio de un escándalo de denuncias por abusos sexuales.
Olivera Ravasi aseguró que él fue una de las personas que ayudó a “destapar la olla”. “Los abusos han sido un desastre y una calamidad para la Iglesia. En el 2014 un sacerdote muy amigo me comentó que había sido abusado por el padre Buela (el fundador del grupo). Yo denuncié, viajé a Roma y después colaboré con la denuncia de otras víctimas que me contactaron”, aseguró.
Después de que Olivera Ravasi abandonara el Instituto Verbo Encarnado fundó, junto a Federico Highton, la Orden de San Elías. En una investigación, el periodista Alfredo Silletta contó que el grupo generaba “preocupación en el Episcopado argentino”. “Funciona en un barrio privado, tiene su propia capilla y dan misas en latín, además de utilizar técnicas de manipulación con los jóvenes que rompen todo vínculo con sus familias”, contó.
Silletta, que accedió a fuentes que estuvieron muy involucradas en el escándalo de Buela, pone en duda el rol que tuvo Olivera Ravasi. Según la reconstrucción que hizo del caso, el sacerdote dejó el grupo en 2015 “al observar que se venía la debacle por los escándalos sexuales”.
Tan profundo penetró este asunto en la Iglesia que hasta el propio Francisco, en una entrevista con Jorge Fontevecchia, habló de su preocupación sobre estos grupos extremistas: “Hay movimientos católicos donde a los jóvenes los sectarizan, algunas congregaciones nuevas fundadas en Argentina, que forman seminaristas sectarios, cerrados. Tuvimos que disolver tres congregaciones nuevas en la Argentina por esta mentalidad sectaria, cerrada, que en el fondo hay una presunción de salvadores de la patria”, dijo.
Según Silletta, la Orden de San Elías -que funciona en el barrio privado de San Benito, en Ingeniero Maschwitz- es una réplica de lo que fue el IVE en cuanto a las prácticas coercitivas, la manipulación y el aislamiento de los jóvenes de sus familias y las posiciones extremistas y radicales. El grupo encuadra dentro del sector al que se suele referir Francisco con preocupación.
Olivera Ravasi aseguró que San Elías “es una congregación más” como cualquier otra. Con los años, el sacerdote se fue convirtiendo en una especie de influencer. Tiene su propio canal de YouTube, su propio sitio y es un heavy user de redes sociales. Desde hace años forma parte del amplio universo de cuentas que se alineraron al ascenso de las nuevas derechas y sule compartir vivos con personajes como Nicolás Márquez (de quien es amigo) o Agustín Laje. Su buena sintonía con Villarruel, sin embargo, no se replica de la misma manera en Milei.
Hace más de un año, el cura hizo públicas sus críticas hacie el candidato a presidente. Su posición pone de manifiesto un tema que podría ser relevante en un eventual gobierno de La Libertad Avanza: la coalición se formó con grupos de tradición de derecha pero que no necesariamente piensan lo mismo. Los católicos conservadores están en una vereda bastante diferente que los liberales libertarios.
Sin embargo, el contenido que genera ruido en redes de Olivera Ravai no tiene que ver con discusiones teóricas. Sus publicaciones con más repercusión incluyen imágenes insólitas como la fotografía de un rosario confeccionado con balas. El sacerdote suele posar con su aire comprimido y hasta subió un video en el que le sugiere a un grupo de niños usar armas. Toda estas imágenes son bien conocidas en el universo eclesiástico y más de un vocero hizo referencia a ellas para explicar por qué se trata de un cura cuestionado.
Sobre estos temas, el sacerdote respondió: “Hubo un santo que llegó a decir que las cuencas del rosario son balas en el corazón del demonio. Eso es lo que publiqué y lo sacaron de contexto. Tengo un aire comprimido porque mato palomas, sí. Las armas espirituales son la oración, y las armas físicas están en la legítima defensa del Código penal y no hay que usarlas si no son para la legítima defensa”. Queda claro qué piensa.
Silleta, que luego de la publicación de su investigación siguió atento al tema, sostuvo a PERFIL que el grupo de Olivera Ravasi califica en el concepto de “grupo sectario” y que “todavía hoy generan preocupación para las autoridades de la Iglesia”. De ahí se entiende el resquemor que genera en un sector eclesiástico que una candidata a la vicepresidencia como Villarruel esté referenciada -con mayor o menor nivel de cercanía- a este hombre.
Victoria Villarruel asiste a las misas de la Fraternidad San Pío X: rituales preconciliares
Olivera Ravasi no se reconoce como un cura preconciliar y dice estar en las antípodas de la Fraternidad Sacerdotal San Pío X a pesar de que, a simple vista, podría parecer que hay puntos en común como la defensa de la misa Tridentina -también conocida como misa tradicional o preconciliar- Se trata de una excepcionalidad dentro del catolicismo y se caracteriza por ser una celebración oficiada en latín y con el sacerdote de espalda a los fieles. En el 2021, el Papa estableció que solo podían celebrarse con permiso del obispo de cada diócesis, lo que enardeció a los sectores ultra.
El sacerdote Olivera Ravasi, sin embargo, se despega y dice que se trata solo de un tipo de misa. Para la Fraternidad Sacerdotal San Pío X, sin embargo, es la única forma de celebrarla. La organización es una congregación internacional de sacerdotes católicos tradicionalistas que mantienen una relación compleja con la Santa Sede y son reconocidos por sus posturas antimodernistas.
En las últimas semanas se extendieron las notas acerca de la pertenencia de Villarruel a este sector de la Iglesia y en el mundo eclesiástico se repite que tanto ella como Montenegro son parte de la Fraternidad. “Victoria va a las misas de la Fraternidad como va a las de Pilar. Se dicen un montón de cosas que no son”, sostuvo el dirigente que también negó ser cercano al Opus Dei.
La San Pío X fue fundada en 1969 por el obispo Marcel Lefebvre, quien fue excomulgado en 1988 por orden directa de Juan Pablo II. Es un grupo que se denomina “preconciliar” porque no reconocen el Concilio Vaticano II celebrado en Roma entre 1959 y 1963, desconocen el pedido de perdón al pueblo judío, rechazan la eliminación de la misa en latín, el ecumenismo, la libertad religiosa y la autoridad única del Papa.
En la Argentina la sede principal está ubicada en la Ciudad de Buenos Aires, en Venezuela al 1300, la capilla a la que suele ir Villarruel. De hecho, algunos fieles en X cuentan que la han visto participar de las misas.
En la mayoría de los países, los lefebvristas funcionan fuera de la órbita de la Iglesia. Sin embargo, en Argentina es diferente. A nivel local el grupo protagonizó una serie de escándalos. En 2009, el arzobispo Richard Williamson, un religioso de origen inglés residente del seminario de la Fraternidad en La Reja, fue noticia luego de que Néstor Kirchner lo conminara a salir del país por haber negado el Holocauto en público.
En el 2014, un grupo de lefebvristas irrupió en la catedral metropolitana durante una ceremonia por el aniversario de la Kristallnacht, el nombre con el que se conoce a la primera manifestación nazi contra los judíos.
Estos episodios hicieron que la Fraternidad no tuviera autorización para funcionar. Sin embargo, en el 2015 las autoridades del grupo comenzaron a tender puentes con la Santa Sede para inscribirse en el Registro de Institutos de Vida Consagrada. “Francisco le dio instrucciones al cardenal Poli y a los pocos meses se logró la inscripción que habilitó su reconocimiento por la secretaría de Culto. Es la política del Papa. Él dice ‘yo los prefiero adentro y no tirando piedras desde afuera”, contó alguien que estuvo cerca de aquellas negociaciones.
Hoy la Fraternidad forma parte de la unidad de la Iglesia Católica pero es observada con desconfianza. En la órbita de Villarruel, además, se cuenta como señal de pertenencia a este grupo la Fundación Tridentina por los Valores Clásicos, una organización en la que Montenegro fue autoridad.
“Victoria no tenía que ver con Tridentina, pero sí se utilizó la estructura de esa organización para crear la Fundación Oíd Mortales, cuyo objeto es la generación de programas de gobierno y está conformada por personas de diferentes confesiones”, subrayó Montenegro.
Montenegro insistió en que todo lo que se dice es una idea que se intenta instalar y que solo se trata de una candidata que profesa la fe católica. Además, insistió en que de manera individual más de un dirigente de La Libertad Avanza mantiene un buen diálogo con sacerdotes y referentes de la Iglesia. Sin embargo, esa no es la lectura de los históricos voceros de la institución. Por ahora la mayoría prefiere el off the record y solo se sentarán a tener una conversación formal con el partido si llega a ganar. Mientras tanto, los miran con desconfianza.
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