Un presidente acostumbrado a mentir y a creerse su propio relato asistió al Centro Cultural Kirchner, al que decidió rebautizar como Centro Cultural Palacio Libertad Domingo Faustino Sarmiento por decreto (esperemos que los legisladores rechacen ese DNU) y en su discurso se dedicó a insultar a la Universidad Pública, a la que desprecia, a pesar de ser una de las más prestigiosas del mundo.
Siguiendo el estilo de la mediocre exgobernadora María Eugenia Vidal, Milei afirmó: “Hoy las universidades nacionales públicas son para los ricos”. Acto seguido, defendió su veto al financiamiento universitario y calificó de “ladrones, delincuentes y mentirosos” a quienes lo critican. “Si no quieren que los auditen, es porque deben estar sucios”, afirmó en alusión a las autoridades de las universidades presentes en el CCK.
El evento se llevó a cabo en conmemoración de un nuevo aniversario de la asunción de Sarmiento como presidente, el 12 de octubre de 1868. Aprovechando la ocasión, Milei basó su discurso en críticas al “revisionismo histórico”, que según él, ha ensuciado el nombre de los próceres. “Bienvenidos a uno de los primeros pasos para cambiar la historia, historia que quisieron prostituir cambiando los nombres y ensuciando a los grandes héroes de esta patria”, expresó el presidente. Entre una mentira tras otra, es evidente que Milei jamás ha leído a los grandes historiadores revisionistas que han humanizado a nuestros héroes, mostrándolos como personas de carne y hueso. Sin dudas, uno de los presidentes más ignorantes que ha tenido nuestro país.
En su feroz ataque a la universidad pública, Milei aseguró que “hoy no le sirve a nadie, más que a los hijos de la clase alta, los ricos y la clase media alta”. Agregó que “el mito de la universidad gratuita se convierte en un subsidio de los pobres a los ricos, cuyos hijos son los únicos que llegan a la universidad”. Otra gran mentira: la mayoría de los jóvenes que ingresan a las universidades del conurbano son los primeros de sus familias en acceder a la educación superior.
El presidente no se detuvo y añadió: “No quieren ser auditados para mantener sus curros”. Luego, calificó a los legisladores que votaron el financiamiento universitario de “ladrones, delincuentes y mentirosos”.
Por su parte, el diputado libertario José Luis Espert, al ingresar al acto, afirmó con su habitual desprecio: “Es hacerle justicia a un palacio hermoso como este. Sacarle el nombre de un delincuente como Néstor Kirchner, que no tiene nada que hacer acá”.
Como diría el general San Martín: “Arruinar un país es traicionar a la Patria”. Más temprano que tarde, la justicia caerá sobre estos personajes.