El gobierno no logra frenar las expectativas de una devaluación por parte de los mercados mientras miles de dólares salen del Banco Central para mantener el tipo de cambio bajo. Ante esta situación, el presidente Javier Milei y su ministro de Economía, Luis Caputo, decidieron acelerar la obtención de un préstamo del Fondo Monetario Internacional.
Anoche, el gobierno confirmó su intención de eludir el procedimiento legislativo y anunció que enviará un decreto de necesidad y urgencia (DNU) al Congreso Nacional para sortear la Ley de Fortalecimiento de la Sostenibilidad de la Deuda Pública, sancionada en 2021 por iniciativa del entonces ministro de Economía, Martín Guzmán. Esta ley establece que cualquier acuerdo para contraer deuda debe ser aprobado por ambas cámaras del Congreso.
El anuncio no incluyó detalles sobre el acuerdo que se está negociando entre los equipos del Ministerio de Economía y los representantes del organismo multilateral, como la posibilidad de nuevos desembolsos o la fecha en que se firmará.
Según el comunicado oficial emitido por la Oficina del Presidente, “se dictará y remitirá al Congreso Nacional un Decreto de Necesidad y Urgencia para obtener su apoyo en el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional”.
El comunicado añade: “Tal como se comprometió el presidente Javier Milei en la apertura de sesiones ordinarias, se dictará y remitirá al Congreso Nacional un Decreto de Necesidad y Urgencia para obtener su apoyo en el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional. Dicho acuerdo implicará una operación de crédito público mediante la cual el Tesoro Nacional cancelará deuda existente con el Banco Central. El resultante neto de esta operación implicará una reducción del total de la deuda pública”, señaló el mensaje publicado en la cuenta de X que difunde información oficial sobre la Casa Rosada.
Y continúa: “Este acuerdo permitirá fortalecer el balance del Banco Central, hito esencial para consolidar la estabilidad monetaria, financiera y macroeconómica, y continuar con el proceso de desinflación y de liberación de las restricciones cambiarias”.
Además, la Oficina del Presidente remarcó que “no existe asunto más necesario y urgente que terminar con la inflación, que durante años le arruinó la vida a los argentinos”. “Por ello, el Presidente de la Nación aspira a obtener un compromiso urgente de parte del Congreso, tal como ocurrió con todos los gobiernos anteriores”, prosiguió el comunicado, y concluyó: “Convertir la lucha contra la inflación en una política de Estado constituye una clara señal de que los representantes del pueblo han comprendido el mandato expresado en las urnas. Es por esto que el presidente Javier Milei deposita su confianza en el compromiso y la responsabilidad de cada legislador nacional para con el pueblo argentino y su bienestar económico”.
Desde Unión por la Patria ya avisaron que rechazarán el DNU. En Encuentro Federal calificaron la maniobra del gobierno como “un escándalo” y estimaron que el DNU debería “rechazarse de plano y sin miramientos”.
En el bloque Democracia para Siempre, que responde a Martín Lousteau y Facundo Manes, comenzaron a surgir las primeras voces de rechazo. “Si no mandan los detalles del acuerdo, no lo voy a votar. No firmo nada sin leer y menos un acuerdo que compromete a las futuras generaciones de todo un país”, aseguró la diputada Danya Tavela, quien además consideró “indispensable” la existencia de un presupuesto.
Por su parte, Pablo Juliano, jefe de la bancada, afirmó que “un gobierno que endeuda a fuerza de DNU jamás podrá ser liberal” y pronosticó que “en un futuro será un chiste de mal gusto”.
El diputado Martín Tetaz, de la UCR oficialista, explicó que la firma del acuerdo con el Fondo requiere la aprobación del Congreso y cuestionó el uso del DNU en este contexto. “Tiene que salir una ley del Congreso y ser aprobada por ambas cámaras. No lo estoy inventando”, expresó.
Desde La Libertad Avanza cuentan con el respaldo del PRO, sectores de la UCR y el MID, liderado por Oscar Zago, entre sus aliados habituales. También esperan sumar el apoyo de los tres diputados tucumanos que responden al gobernador Osvaldo Jaldo, así como de legisladores de San Juan y del neuquino Osvaldo Llancafilo.
Lo cierto es que al gobierno poco parece importarle el rol del Congreso Nacional o la voz de la oposición.