La gobernadora María Eugenia Vidal vive atormentada por estas horas. Duda como resolver el tema de los docentes y con bronca porque el presidente Mauricio Macri no le da autonomía para organizar la campaña electoral. Para colmo, Macri sube hoy al avión que lo trasladará a España a Emilio Monzó, su principal enemigo, a quien escuchará durante varios días su estrategia de campaña, muy diferentes a la de la gobernadora.
La semana que pasó fue la más dura del gobierno de Cambiemos con el escándalo del Correo Argentino y con la baja de las jubilaciones, propuesta de Nicolás Dujovne para ahorrar 3.000 millones de pesos, que el presidente compró. Todas las encuestas muestras que la imagen de Macri cayó en todo el país y especialmente en la provincia de Buenos Aires, de allí que el mandatario no fue a timbrear el sábado y obligó a Vidal a quedarse en su casa. “Si me hundo nos hundimos todos”, pareciera decir el presidente.
Elisa Carrió volvió a demostrar que es una pata fundamental en el armado de Cambiemos y la semana pasada salvo al presidente con la aprobación del nuevo régimen de las ART, cuando tomó el micrófono y aviso que la baja de jubilados no iba a salir, que antes se rompía el bloque. Lo llamó a Macri y le dijo: “Tenes que echar a los imbéciles del gabinete”. La reducción a las jubilaciones se cayó y horas después del acuerdo del correo.
Carrió demuestra que si quiere puede encabezar la lista de senadores de Cambiemos en la provincia de Buenos Aires. Nadie la frenará, mucho menos Vidal. La diputada nacional está molesta por la foto de Vidal y Macri junto a Jorge Macri, que ya camina como candidato. En el encuentro de Vicente López además estuvo Jaime Duran Barba, otros de los enemigos de la dirigente de la CC.
Vidal sigue convencida que lo mejor para Cambiemos, y para ella, es que la listo este conformada por gente joven y desconocida como Facundo Manes, Gladys González y Jorge Macri. Mientras tanto, la gobernadora mando a los 16 senadores y los 29 diputados a la estancia La Candelaria de la localidad de Lobos durante dos días. Sabrá Vidal que ese lugar fue durante muchos años administrado por la Iglesia de Unificación, más conocida como secta Moon.
Si Cristina es candidata por el peronismo y Massa por el Frente Renovador, no hay que descartar que la lista de Cambiemos sea encabezada por Carrió senadora y Monzó diputado, algo que aterroriza a la gobernadora porque la dejaría afuera de la campaña.
Por último, más allá del año electoral, Vidal deberá resolver el conflicto con los docentes para que no paren la provincia y los chicos se queden sin clases. Un conflicto prolongado restará a la buena imagen de la gobernadora. Del 18% que ofrece el oficialismo al 35% que exigen los maestros hay un gran trecho. Alguien deberá aflojar.