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28 abril, 2024
PAÍS

La Patria Sublevada: bofetada a Macri y Massa

Por Alfredo Silletta. El presidente Mauricio Macri, sus ministros y los medios hegemónicos se quedaron con la foto del final, en lo que fue la batalla por el palco. No quisieron ver la película completa donde más de 500.000 argentinos, muchos trabajadores sindicalizados y mucha gente de a pie, especialmente clase media, salieron a la calle a decir “basta Macri”, a cuestionar las políticas de hambre que viene implementando desde que asumió en diciembre de 2015.

La gigantesca movilización de ayer hizo recordar aquellas jornadas gigantescas comandadas por Saúl Ubaldini frente a las políticas de ajuste del Plan Austral en el gobierno de Raúl Alfonsín. La jornada dejo varias preguntas y algunas respuestas que se resolverán en los próximos meses. Hubo ganadores y hubo perdedores.

-El triunvirato. La dirigencia de la CGT estuvo demasiada alejada de las necesidades de la gente y muy cerca del gobierno. Luego de la histórica marcha del 29 de abril del año pasado, los trabajadores que sufrieron la pérdida de miles de puestos de trabajo, cierre de fábricas, suspensiones de hasta un año en algunas empresas, aumentos brutales en el transporte, luz, gas, peajes y una inflación galopante que termino el año pasado en 41%, dejo demasiados heridos. La CGT prometió paro en abril pero nunca se concretó (negocio obras sociales con el gobierno), luego llegó el mes de septiembre, con la reunificación de la CGT con tres responsables y volvió a prometer paro en octubre que nunca se definió.

Ayer, miles de trabajadores esperaban que la dirigencia cegetista pusiera fecha de paro (la gente cantaba paro general….paro general) pero el triunvirato no puso fecha. La consecuencias fueron inéditas: puteadas, gritos, toma del palco y sus dirigentes corriendo y escapando por las calles. Un bochorno que seguramente le costará el puesto si no salen rápidamente a poner fecha.

Hay versiones que dos de los tres triunviros (Daer y Acuña, cercanos a Sergio Massa) habrían acordado con el ministro Jorge Triaca de no anunciar la fecha del paro general. Si fue así, un grave error porque las bases pasaron por encima de ellos y hoy varios gremios importantes, entre ellos la UOM, están planteando irse de la CGT. “La gente no come vidrio” afirmó ayer Paco Durañona, intendente de Areco al programa radial info135 que se emite en FMRaícesRock.

-Peronismo. Ya nadie duda que la gran batalla electoral será en la provincia de Buenos Aires. Ayer estuvieron todos, desde los intendentes del Patria (Jorge Ferraresi, Patricio Mussi, Paco Durañona), los del Fénix (Verónica Magario, Ariel Sujarchuk, Leonardo Nardini), los Esmeraldas (Martín Insaurralde, Mariano Cascallares, Gabriel Katopodis), el presidente del PJ bonaerense, Fernando Espinoza, el Movimiento Evita, La Cámpora, Daniel Scioli y la aparición breve de Florencio Randazzo. Sobre el ex ministro del interior dicen que lo paso mal porque hubo muchos gritos de “traidor”, “donde estuviste el año anterior…”

Todos fueron, pero hay que remarcar que todos separados. En junio se definen las candidaturas. La marcha invirtió las cosas. Los grupos más dialoguistas con el gobierno fueron felices a acompañar a la CGT pero se volvieron con caras serias. La gente, el trabajador no quiere más diálogo con el gobierno quiere ganarle en las urnas y terminar de una vez con las políticas de ajuste. Los sectores más duros y críticos que fueron a acompañar a los dirigentes gremiales volvieron con una alegría en sus rostros. Sienten que están en el camino correcto que demuestra que no hay que negociar nada y endurecerse cada día frente a un presidente que el 70% de la sociedad considera que gobierna para los ricos.

Sergio Massa. Lo de ayer fue el principio del fin para su sueño presidencial. Durante un año apoyo todas las medidas de gobierno nacional, más allá que acostumbraba a salir en televisión como un opositor al gobierno. Dos de los tres integrantes de la CGT (Daer y Acuña) le respondían con su propuesta “dialogar con el gobierno”. Ayer fueron abucheados, corridos por la gente y casi sin retorno en la conducción cegetista. Massa ya venía cometiendo errores como fue su alianza con Margarita Stolbizer, una dirigente profundamente antiperonista que tiene como única función “meter presa”  o proscribir a Cristina Kirchner. En octubre no habrá espacio para la “ancha avenida del medio”. Se estará con el gobierno o con la oposición, y hoy por hoy ese rol está en el peronismo.

En los años sesenta, cuando un sector del movimiento obrero era conducido pro Augusto Vandor que negociaba con la dictadura de Juan Carlos Onganía, el general Juan Domingo Perón escribía sobre estos personajes:  “Dirigentes que no se sientan con fuerzas para empeñar la lucha decisiva, tienen la obligación de entregar su cargo. Falta ahora una juventud decidida y enérgica que, como en 1943, quiera tomar el destino en sus manos”. (…) Existen grupos de dirigentes sindicales más o menos obedientes a la presión oficial, y otros que son abiertamente colaboracionistas. Es así como el sindicalismo nacional ha ido cediendo a la descomposición impuesta por la dictadura militar”.

La dirigencia sindical que durante el último año colaboró con el gobierno de Mauricio Macri con la excusa de la “gobernabilidad” debería tomar nota de lo que sucedió ayer: La gente salió a la calle a decir “basta”. Quizás aquellas palabras de la ex presidenta al finalizar su mandato hoy son una realidad: “Yo no dejo un país cómodo para los dirigentes, yo dejo un país cómodo para la gente”.

Muchos dirigentes ayer habrán tomado nota.

 

 

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