Se enojó Secco con viceministro macrista: “Hay que mandarlo a la mierda”

El viceministro del Interior de la Nación, Sebastián García De Luca, y el intendente de Ensenada, Mario Secco, se cruzaron duro ayer por la gestión, las obras y los fondos prometidos para ese distrito.

Todo comenzó porque García De Luca visitó el municipio de Ensenada para presenciar un operativo de documentación desde un centro móvil y se lamentó porque el intendente “no haya presentado un proyecto en la Nación para beneficiar a los vecinos” de esa localidad.

“Nosotros gobernamos para la gente, no para un partido político”, aseguró en un comunicado de prensa el funcionario nacional, quien sostuvo además que en el conflicto docente “la Gobernadora Vidal presentó varias propuestas a los maestros, pero estos sectores lo único que quieren es que vuelva el kirchnerismo”.

La respuesta de Secco no tardó en llegar. “Es lamentable, me duele mucho que digan estas barbaridades. Tenemos obras paradas porque no nos pagan lo que deben”, dijo el jefe comunal kirchnerista en referencia al gobierno provincial y nacional. Puso como ejemplo el Parque Costero que están haciendo en Punta Lara, obra que quedó truncada porque la Nación no bajó el dinero correspondiente. “Era lo único que tenían que pagar. El 80% lo tenía que hacer la Municipalidad, y el 20 Nación”, dijo.

“Más me duele que no te den un litro de leche para un pibe, un paquete de fideos para un pobre, una curita para el hospital, una tiza para las 76 escuelas de las que me estoy haciendo cargo –agregó–. ¿Por qué en vez de venir a Ensenada a gastarme para hacer política barata, por qué en vez de venir al móvil, no vienen al Registro Civil que puso la Municipalidad para la Provincia, y nos arreglan las computadoras para poder hacer el DNI acá?”, dijo el intendente en llamas.

En la misma línea, continuó: “¿Me vienen a gastar a mí? Que estoy transpirando la camiseta como loco. ¡Que me pague los 100 palos que me debe en impuestos por el Astillero Río Santiago! Tendrían que estar agradecidos, deberían darme un abrazo y un beso cada vez que vienen acá, y me tengo que bancar esta hipocresía que están haciendo”. Y cerró: “Es para mandarlos a la mierda”.