La alianza legislativa que sellaron María Eugenia Vidal y el líder del Frente Renovador, Sergio Massa, tiene fecha de vencimiento: diciembre. Cuando se produzca el recambio de legisladores, ambas fuerzas habrán cambiado su conformación y el peso de sus respectivos bloques en ambas cámaras de la Legislatura bonaerense. ¿Seguirán siendo socios?
Vidal llegó a la Gobernación con minoría legislativa en Diputados y en el Senado por lo que se vio obligada a asociarse con Massa para poder aprobar las leyes que necesitaba para gobernar. A cambio, debió ceder la presidencia de la cámara baja el primer año y la vicepresidencia el segundo, a cambio de los votos para conseguir gobernar en “emergencia” y con un alto nivel de endeudamiento.
La buena performance del oficialismo en las PASO y la mala cosecha de Massa abren un gran interrogante de cara a la renovación legislativa. Si los números de agosto se repiten en los comicios de octubre, Vidal engrosará sensiblemente los bloques propios: ingresaría 34 legisladores provinciales sobre los 69 que se renuevan en ambas cámaras, contra 24 de Unidad Ciudadana y 11 del frente 1 País.
En el Senado, podría conformar un bloque de 25 escaños, lo que permitiría contar con quórum propio y convertirse en la cámara de ingreso de las iniciativas de interés para el Ejecutivo. En Diputados, con los mismos guarismos, podría llegar a un bloque de 44 legisladores -sobre un total de 92- y quedaría como primera minoría a tres votos del quórum, por lo que aún así necesitaría de aliados para sesionar y de más manos aún para llegar a la mayoría especial.
Massa, por su parte, verá inevitablemente reducidos sus bloques ya que este año pone en juego todas las bancas que consiguió en aquella elección arrasadora de 2013. Cambiemos apuesta a las fugas que puedan ocurrir en las bancadas del tigrense para quedar más cerca de la mayoría especial.
No obstante, no todo está perdido para Massa ya que si los legisladores del FpV que continúan y los que ingresarán por Unidad Ciudadana logran unificarse y conforman una real oposición a Vidal, la gobernadora tendrá que negociar sí o sí con el diputado nacional para obtener los votos que le falten. Eso sí: se tratará de acuerdos menores, no como los que existían hasta ahora.
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