Macri, desesperado por correr a un costado el tema Santiago Maldonado

“¡No puede ser que el tema Maldonado sea lo único importante!”, se le escuchó decir a Mauricio Macri en las últimas horas, en un estado de ofuscación que, en definitiva, no hace más que reflejar cómo la desaparición forzada del joven es, hoy por hoy, el tema central de la agenda.

Acorralado por las derivaciones que ya está generando en el gobierno ese hecho, y preocupado por la repercusión negativa que el caso provoca en todo el mundo, y sobre todo en la población a un mes y medio de las elecciones, el presidente intentará jugar una carta fuerte, y mostrar a la sociedad que la situación económica está empezando a mejorar.

Por eso mismo, y después de una extensa reunión que mantuvo con Jaime Durán Barba, Macri escuchó de su asesor favorito que la única alternativa para empezar a correr lentamente del eje la cuestión de Santiago, será transmitir a la gente que, aunque todavía no se vean, están comenzando a surgir indicadores positivos en la economía.

En síntesis, se buscará recuperar la confianza en todos aquellos que votaron a Cambiemos pero que, en las últimas encuestas, han colocado un signo de interrogación en cuanto a si en las legislativas del 22 de octubre volverían a hacerlo.

Uno de los puntos centrales de esta estrategia es la necesidad de insistir con las obras públicas, sobre todo en el primero y segundo cordón del conurbano bonaerense, y para ese fin se volcarán cientos de millones de pesos que, contra reloj, buscarán inundar con emprendimientos varios en el más que corto plazo.

De todas maneras, surgen otras cuestiones que presentan más sombras que luces: inflación, actividad industrial y consumo. Y ahí es donde se buscará, a través de subsidios y créditos, que más temprano que tarde los índices empiecen a mostrar una curva ascendente.

Mientras tanto, el tema Santiago Maldonado, mal que le pese al gobierno, seguirá ocupando el centro de la escena.