“Si fuera por lo que ha venido demostrando, no podría permanecer un día más en el cargo”. Esa es la confesión de un hombre cercano a Mauricio Macri al referirse al ministro de Defensa, Oscar Aguad, cuyo continuidad por ahora es motivo de discusiones en la ‘mesa chica’ del Gobierno, donde las opiniones están divididas, sobre todo a partir de lo que significó la inoperancia demostrada con la desaparición del submarino ARA San Juan con 44 tripulantes.
Precisamente, con la tragedia del navío, el funcionario no sólo admitió haberse enterado del hecho a través de los medios, sino que cometió gruesos errores en el manejo de la situación, con mentiras y desinteligencias varias, que mostraron su impericia para estar al frente de un ministerio.
Un dato no menor es que el presidente lo mantiene en ese puesto por la amistad que los une y por la confianza que se ganó en todas y cada una de las tareas que le asignaron. Fue Aguad uno de los más férreos impulsores para que el radicalismo se sumara al armado del PRO en su provincia, Córdoba, y reconoce sentirse más cómodo en el macrismo que dentro de la UCR.
Y está claro que tanta lealtad resultó más que útil para Macri. Por el escándalo del CorreoGate hizo hasta lo imposible para hacerlo zafar, a pesar de que aquel acuerdo representaba una condonación para la familia presidencial estimada en 70.000 millones de pesos y un “perjuicio patrimonial multimillonario para las arcas del Estado”.
Y otro ejemplo que explica el por qué de tanta gratitud por parte del jefe de Estado, fue cuando Aguad arrasó en tiempo récord con la Ley de Medios, y aprobó la fusión de Telecom y Cablevisión, la alianza más grande de la historia de las telecomunicaciones en Argentina, cuestionada por no cumplir con requisitos mínimos de competencia.
Pero él ya contaba con antecedentes: como ministro de Comunicaciones al comienzo de la gestión de Cambiemos, Aguad descubrió las bondades de Internet. Aseguró sin sonrojarse: “a mí lo que me tiene sorprendido es lo que viene en materia digital. Lo que se va a poder hacer a través de Internet y vía digitalización. Prácticamente todo va a ser digital. Le doy un ejemplo, usted se va a sacar una radiografía en La Rioja y se la va a poder analizar un hombre en Boston y le va a poder diagnosticar el remedio que por otra aplicación lo va a comprar en la farmacia sin moverse de su casa”.
El apodo de “Milico” viene desde que egresó del Liceo Militar “General Paz”, en Córdoba. Y se completó a partir de su gran cercanía con genocidas como el comandante del Tercer Cuerpo del Ejército, Luciano Benjamín Menéndez -condenado a cadena perpetua por crímenes de lesa humanidad- o Carlos “Tucán” Yanicelli, el jefe de inteligencia de la Policía de Córdoba durante la última dictadura militar condenado a cadena perpetua en 2010 por el fusilamiento de 31 presos políticos en la ex cárcel de San Martín en 1978.
Durante el gobierno de la Alianza, acompañó al padre del actual intendente municipal de Córdoba en su intervención en la provincia de Corrientes. Ramón Mestre fue designado interventor en la provincia por Fernando De la Rúa y Aguad lo acompañó como interventor en la ciudad capital. De ese tiempo, le quedó un procesamiento por defraudación con un crédito de 60 millones de dólares que el Banco Nación le había otorgado al municipio bajo su gestión y que nunca aparecieron. La causa llegó al Superior Tribunal de Justicia de la provincia, pero fue declarada prescripta por la Corte Suprema de la Nación en 2014.
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PORQUE ES UN HIJO DEPUTA