Los escándalos siguen salpicando al mundo Cambiemos. Aunque parezca contradictorio por el cargo que ocupa, ahora es el turno de Laura Alonso, titular de la Oficina Anticorrupción (OA), quien intentó bloquear información sobre el pago anual de $ 1 millón a una firma creada bajo amparo del Gobierno: se trata de la consultora ‘Consuasor’ (con estrechos lazos en el Pro), a la que se le pagan $82.500 mensuales para realizar tareas de comunicación estratégica, que incluyen prensa y manejo de redes.
Así lo indica en un informe el periodista Sebastián Lacunza para el portal Letrap, en el que precisa que “esa tarea fue llevada a cabo al menos durante todo 2017 y avanzado 2018 por personal de la consultora prohijada por el Pro, que no figuraba en los registros de la OA. Para disimular el vínculo comercial, Alonso extendió un contrato a los dos únicos dueños de esa consultora, Facundo Sosa Liprandi y Alejandro Giúdice, por un monto mensual de $44.000 y $38.500, respectivamente, lo que, anualizado, suma $990.000”.
Sin embargo, quienes llevaban a cabo las tareas excedían a la dupla contratada. Por ejemplo, la coordinadora de Comunicaciones de ‘Consuasor’, Belén Alcacer, no figuró entre los abonados por la OA, pese a que ejercía funciones como responsable de prensa de Alonso.
Asimismo, se destaca que Sosa Liprandi y Giúdice (amigos desde sus días de estudiantes en la UCA) habrían sido beneficiados también con contratos en otras reparticiones del Estado a través de los ministerios de Justicia, Trabajo, Medio Ambiente, Defensa y hasta el gobierno de Salta, y también con el presidente provisional del Senado, Federico Pinedo.
La situación se volvió más explícitamente irregular cuando a principios de este año, y luego de un adelanto en el diario Página 12, la OA dio de baja los contratos suscriptos, la consultora hizo lo propio con su página web, y “se evaporó de la vida pública”, según el periodista.
Un dato no menor es que ‘Consuasor’, como SRL, se fundó el 28 de diciembre de 2015, es decir apenas 18 días después de la asunción de Mauricio Macri al poder. En ese mismo mes comenzaron a entrar los contratos con el Estado nacional. La firma ya existía como consultora pero no bajo el paragüas legal de la Sociedad de Responsabilidad Limitada, que es lo que le permitió las múltiples contrataciones con la Casa Rosada.