La gobernadora María Eugenia Vidal, la gran promesa de Cambiemos, pasa momentos difíciles. La provincia de Buenos Aires, especialmente el conurbano vive su peor hora con una desocupación que supera el 12% y con la imagen positiva del presidente Mauricio Macri que en algunos municipios está debajo del 14% y en otros apenas araña el 20 por ciento.
La gobernadora no tiene respuesta ante la difícil situación económica con tarifas de luz y gas impagables, con un transporte carísimo, con alimentos imposible de comprar, con un crecimiento de comedores populares donde las familias van en búsqueda de un plato de comida. Sólo como ejemplo, en La Matanza había en 2015 unos 50 comedores y ahora superan los 500 en ese municipio.
En esta brutal recesión que continuará varios meses más, la gobernadora viene cayendo en la imagen y desde hace meses es superada por la imagen negativa de su persona y de su gestión. Más allá que tiene una fuerte “protección mediática”, sigue siendo la alternativa de Cambiemos si el presidente no logra remontar sus magros números.
Su mayor preocupación, además de lo económico social, son los tres precandidatos que el peronismo tiene en la provincia de Buenos Aires. Dos intendentes como Verónica Magario y Martín Insaurralde y el ex ministro de economía, Axel Kicillof. También se lanzaron al ruedo Francisco “Paco” Durañona, intendente de San Antonio de Areco y la ex ministra Silvina Batakis.
Verónica Magario. La actual intendenta de La Matanza es quizás la dirigente más odiada por Vidal. En tres años nunca la recibió y desde el primer día la jefa comunal le canta las 40 sobre la realidad provincial. Magario, además de conducir el territorio mas grande de la Provincia es la presidenta de la Federación Argentina de Municipios y ha salido en defensa de los jefes comunales cuando el presidente les “robo” el Fondo Sojero en el achique ordenado pro el FMI. El sueño de Vidal es dividir La Matanza pero por ahora no tiene los votos ya que necesita del apoyo del Frente Renovador. Según Sergio Massa, en una charla con intendentes peronistas, afirmó que “ni en pedo voy a dividir La Matanza”. Magario, además tiene una excelente relación con Cristina Kirchner.
Martín Insaurralde. El intendente de Lomas de Zamora cuenta con el apoyo de varios jefes comunales que le han manifestado que busque la Gobernación. Entre los mas cercanos está Mariano Cascallares, Juan Zabaleta, Gabriel Katopodis, Leonardo Nardini, Gustavo Arrieta y Hugo Corvatta. Es un dirigente que tiene dialogo con el oficialismo pero mantiene una muy buena relación con Máximo Kirchner. Es uno de los candidatos fuertes para pelear la gobernación.
Axel Kicillof. El joven ex ministro de Economía de Cristina Kirchner en silencio, desde hace meses, viene caminando la provincia de Buenos Aires. Ya señaló que será candidato bonaerense pero no dijo si a gobernador o en la lista de diputados nacionales. El actual diputado retiene la totalidad del voto de la ex presidenta que supera el 40 por ciento. En las encuestas que se han realizado el joven dirigente tiene muy buena imagen en los jóvenes y en los segmentos no peronistas, vinculados a sectores medios progresistas que no son kirchneristas con lo cual tiene un plus adicional.
Merece destacarse que Paco Durañona también ha lanzado su candidatura bajo el lema de “salir de la conurbanización” y pensar “el rol del interior de la provincia como elemento dinamizador”. Por último, Silvina Batakis, la ex ministra de Economía de Daniel Scioli, afirmó públicamente que quiere manejar los destinos de la provincia.
Desde la Gobernación vienen midiendo a Magario, Insaurralde y Kicillof. Dicen que le quita el sueño a Vidal que intenta retener la provincia de Buenos Aires, aunque pierda Macri la presidencia, para luego sí ir por el Ejecutivo en 2023.
La oposición ha decidido cambiar los destinos de los bonaerenses. Como diría Arturo Jauretche “no se trata de cambiar de collar, se trata de dejar de ser perro” y es el problema que tiene Cambiemos.