La Cámara de Diputados bonaerense cumple hoy cinco meses sin actividad, un hecho inédito desde el retorno de la democracia en 1983. El parate legislativo comenzó tras la denuncia por abuso sexual contra el presidente del cuerpo, el diputado Manuel Mosca, quien además era el nexo con el gobierno de María Eugenia Vidal. Desde entonces, el Ejecutivo no se preocupó por buscar un nuevo interlocutor con las distintas fuerzas opositoras y mucho menos por reactivar la actividad.
El cuerpo sesionó por última vez el 9 de mayo pasado, en medio del cimbronazo generado por la denuncia por acoso y abuso sexual contra Mosca, la espada legislativa de Vidal. Ese día se aprobó su licencia por 60 días y la cámara dejó de sesionar hasta el día de hoy. Anteriormente había tenido dos sesiones: una el 7 y otra el 21 de marzo.
La licencia de Mosca venció el 9 de julio pasado y, aunque desde su entorno aseguraron que presentó un pedido de renovación por 60 días más que estaba previsto que fuera tratado después de las PASO, lo cierto es que los diputados no volvieron a sesionar y, por ende, nunca la trataron. Es decir que, al día de hoy, el presidente en ejercicio es Mosca, aunque a raíz de su situación, no tome ninguna decisión política ni llame justamente a sesionar.
La oposición presentó varios pedidos de sesiones especiales: uno para tratar el fin de la concesión a la empresa Edelap, que presta el servicio eléctrico en La Playa y alrededores, y otro para declarar la emergencia alimentaria en la provincia, en espejo con lo ocurrido a nivel nacional. Ninguno de los dos pedidos fueron atendidos y tampoco la oposición insistió.
La denuncia contra Mosca generó un cimbronazo en la cámara hacia adentro del propio bloque de Cambiemos -que se quedó sin conductor y sin vínculo con el Ejecutivo- pero también hacia afuera, con la oposición, ya que el legislador era el “interlocutor” con los bloques del Frente Renovador, Unidad Ciudadana y el Frente Amplio. Desde entonces, ni Vidal ni su jefe de Gabinete, Federico Salvai, se preocuparon por buscar un reemplazo y, tras el cierre de listas en el que privilegiaron a un grupo cerrado de propios y leales, eligieron al subsecretario de Asuntos Municipales, Alex Campbell, como el eventual sucesor de Mosca en un segundo mandato, un plan que se desmoronó con el resultado de las PASO.
Durante la licencia de Mosca, la vicepresidenta Marisol Merquel -que pertenece al bloque del PJ Unidad y Renovación- quedó a cargo de la cámara. Esa situación, en medio de un proceso electoral, tambien le generó un conflicto a Cambiemos ya que la oposición consideraba que -de prolongarse la licencia de Mosca- debía rediscutirse el reparto del poder y elegirse nuevas autoridades. Para sortear esa situación, directamente el Ejecutivo optó por “cancelar” la actividad legislativa.
“A Vidal no le interesa ni la democracia ni las instituciones de la República. El parate en Diputados demuestra que siempre mintió”, asegura una fuente legislativa que agrega que tampoco hay certeza de que la Cámara vaya a sesionar este mes.
Según datos de la Secretaría Legislativa, que lleva el registro de sesiones de la cámara, 2019 es hasta ahora el año con menos sesiones en la historia de la Cámara tras la vuelta de la democracia. Hasta ahora, el récord lo tenía 2005 cuando hubo 16 sesiones y 79 días sin actividad.