María Eugenia Vidal no quiere abandonar la provincia de Buenos Aires, pese al acuerdo entre Mauricio Macri y Elisa Carrió para que la ex diputada encabece la lista bonaerense el próximo año, de allí que intenta cerrar un acuerdo con el radicalismo.
La ex gobernadora tiene demasiado frentes abiertos dentro de Juntos por el Cambio. En primer lugar los intendentes hacen su propio juego y piensan es sus propios distritos. En el reciente acuerdo de Kicillof con la oposición para la aprobación del endeudamiento, el acuerdo lo cerraron un grupo de intendentes con Carlos Bianco, jefe de Gabinete, y Pablo López, ministro de Economía, del cual se entero Vidal a último momento.
Vidal sabe qué debe fortalecerse en la provincia para quitarle peso al acuerdo de Mauricio Macri y Elisa Carrió para que la líder de la Coalición Cívica no este al tope de la lista. Si no se fortalece sabe que tendrá que aceptar el enroque de Horacio Rodríguez Larreta e ir por la Capital Federal para que Juntos por el Cambio no se rompa.
El tercer problema que tiene Vidal es que Emilio Monzó, que milita en el espacio de los moderados, no se olvida del maltrato que sufrió durante cuatro años y especialmente en el cierre de listas del año pasado, donde fue humillado en persona por Vidal. El ex presidente de la Cámara de Diputados está armando en todo el territorio y todavía no dijo si rompe o no Juntos por el Cambio. Por ahora lo acompañan figuras importantes como Rogelio Frigerio, Nicolás Massot, Sebastián García De Luna y Guillermo Bardón, entre otros.
Monzó mantiene un buen diálogo con Horacio Rodríguez Larreta, quien intenta un acercamiento con Vidal, pero las humillaciones cuestan ser superadas como sucedió en el cierre de listas, donde Vidal lo citó y en la cara le dijo que a “vos no te doy ni un concejal”.
Vidal, cercada por la dirigencia dura del PRO encabezada por Macri, Carrió, Patricia Bullrich y Miguel Angel Pichetto, decidió abrir un canal de diálogo con el dirigente radical Ernesto Sanz, quien ya anunció que “vuelve” a la política y que se opondrá a la candidatura de Macri. El mendocino que fue uno de los artífices de Cambiemos junto a Carrió y Macri, dejo la actividad durante los cuatro años de macrismo por el maltrato recibido por el ex presidente que optó por Marcos Peña como jefe de Gabinete sobre su figura.
Sanz contó en un Zoom con dirigentes del radicalismo que mantiene una excelente relación con Vidal, defendió su gestión, atacó a Ricardo Alfonsín por aceptar ser parte del gobierno nacional y se dedicó a mostrar todo su odio hacia Alberto Fernández, Cristina Kirchner y La Cámpora: “Volvieron para ser peores, llenos de odio, de rencor y de venganza”.
El ex presidente radical contó que trabajará en la provincia de Buenos Aires junto a Vidal y al presidente de la UCR bonaerense, Maximiliano Abad, para fortalecer Juntos por el Cambio. Sanz considera a la ex gobernadora una dirigente “impresionante” y prometió que también intercederá con Monzó para que ambos trabajen juntos. Por último elogió a Daniel Salvador, un oscuro y mediocre vice gobernador que no habló ni defendió ni una sola vez al radicalismo durante 4 años.
El radicalismo bonaerense no la paso bien durante los cuatro años de gestión de Cambiemos. Vidal los ninguneo pese al gran aporte de votos del radicalismo en el interior bonaerense. Habrá que ver cómo evoluciona el acuerdo ya que Carrió y la Coalición Cívica tienen fuertes vínculos con el campo.
Un día volvió aquel que dijo que la Asignación Universal por Hijo se iba por “la canaleta del juego y la droga”. Acompañado por ella, la que afirmaba suelta de cuerpo que “los pobres no van a la Universidad”.Dios los cría y ellos se juntan
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