La sola mención del presidente Alberto Fernández sobre una posible movilización popular aterró al establishment político y económico de la Argentina. Ellos saben que es una verdadera zoncera, como diría el maestro Arturo Jauretche, creer que la oposición “tomó las calles” del país para desgastar el gobierno nacional.
Más allá que los medios hegemónicos insistan que el pueblo argentino salió a las calles para frenar el “avance” del comunismo y la “impunidad” a Cristina Kirchner, en realidad siempre fueron 4 gatos locos sin ningún poder de movilización, organizados por la oposición y con el apoyo mediático.
Hace ya 15 días, Info135 contó detalles que las base y la dirigencia media del Frente de Todos está decidida a salir a las calles para defender el gobierno de Alberto Fernández y Cristina Kirchner. La pandemia impide la movilización por estos días, de allí que se trabaja en una gran movilización para el 17 de octubre, donde se recordarán los 75 años de aquella gesta que cambio el rumbo del país.
En caso que la pandemia no haya aflojado para mediados de octubre ya se analiza otra fecha histórica: el 17 de noviembre, el día que Juan Domingo Perón volvió al país luego de 17 años de exilio. Aquel día histórico se convirtió en el Día de la Militancia para recordar a los millones de argentinos que resistieron, padecieron cárcel y fueron asesinados por defender el derecho a voto y el regreso de Perón a la Argentina.
El presidente, que está al tanto que el peronismo quiere movilizar en respaldo a su gestión, participó de un zoom con la militancia peronista y fue contundente en su respuesta a la oposición. “No veo la hora de que la pandemia se termine. Ese día vamos a salir a la calle y ese día sí va a haber un banderazo, de los argentinos de bien, de los argentinos que queremos al argentino de al lado, de los argentinos que no queremos muertes, de los argentinos que no dudamos de que somos libres, de los argentinos que trabajamos por que seamos más libres sacándonos el peso de la deuda que teníamos con los acreedores, de los argentinos que nos quedamos en la Argentina peleándola día a día y no nos fuimos a Suiza. Ese día vamos a hacer el banderazo. no lo duden compañeros”, afirmó el presidente.
Los medios dominantes, tan serviles del establishment, salieron rápidamente a cuestionar las palabras de Fernández con el argumento que profundiza la grieta. En cambio la oposición siempre es “democrática”, cuando no permite sesionar a la Cámara de Diputados o llama a movilizar a la gente en plena pandemia. Ni hablar del diputado de Juntos por el Cambio que dio los teléfonos de Sergio Massa, su mujer y de sus pequeños hijos. Milagros, la hija adolescente de Massa, tuvo que leer mensajes de cómo que “la violarían antes de matarla”. Así funciona la derecha en este país.
Hoy, en plena pandemia, sin poder ir al trabajo, sin poder reunirse en una Unidad Básica, en el club o en la plaza de barrio, el WhatsApp y la charla de compañeros circula sin parar. Alberto Fernández no dudo en responderle a la militancia. Solo pidió tiempo, que esperen a que termine la pandemia para ganar las calles como hizo siempre el peronismo cuando la derecha intenta derrocar un gobierno elegido democráticamente.