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1 mayo, 2024
PAÍS

La llegada de la vacuna rusa desata una campaña de rechazo del macrismo y los odiadores

Ya sea agitando el fantasma del comunismo o directamente la desconfianza, el odio de quienes se oponen a todo lo que haga y diga el Gobierno sumaron otro eslabón que, en este caso, supera todo lo imaginable: el rechazo a la llegada de la vacuna rusa contra el coronavirus. Esta reacción termina por confirmar que el desprecio llega al extremo de preferir el contagio o hasta la muerte misma, antes que aceptar una iniciativa de la administración de Alberto Fernández que, desde el sentido común, sería un motivo más que suficiente para celebrar.

Bastó que el presidente anunciara que Argentina comprará la vacuna rusa que se encuentra en fase de pruebas y que llegaría al país antes de fin de año, para que un sector de la oposición representada por el macrismo, que quiere mantener la grieta en todos los ámbitos, armó una violenta campaña en las redes sociales para fomentar la no aplicación de la misma: el hashtag #YoNoMeVacuno se transformó en tendencia en Twitter.

Se trata de una una brutal campaña en la que con agravios, insultos y fake news, se busca convencer a un sector de la sociedad de que el Gobierno tiene la intención de suministrar la vacuna para hacerle un mal a los argentinos. Sin lugar a duas, este tipo de mensajes tan siniestros pueden ser muy perjudiciales a la hora de generar prácticas para cuidarnos entre todos.

Es más, en las cuentas de los “libertarios”, movimiento que se nutre de un fuerte componente antivacuna, ya se habla de un “amparazo nacional” contra la “aplicación compulsiva” de la inmunización contra el Covid-19.

“Nosotros no le preguntamos a nadie qué ideología tiene la vacuna, nosotros preguntamos si salva la vida de los argentinos… Y si salva la vida de los argentinos, vamos y la compramos y la inyectamos en los argentinos para que salve vida de los argentinos”, aseguró ayer el presidente.

Y agregó: “A veces escucho hablar con tanta liviandad de Rusia… Pareciera que están hablando no sé de qué… Están hablando de una potencia mundial que tiene 28 premios Nobel. Y porque alguno todavía no se enteró que se terminó el mundo bipolar y nos mete en la guerra fría, nos mete en una discusión que a nosotros no nos importa; porque lo único que nos interesa a nosotros es ponerle fin a la pesadilla de la pandemia”.

Por su parte, el jefe de Gabinete del Ministerio de Salud, Lisandro Bonelli, tuvo que salir a aclarar que “el gobierno argentino no va a hacer ninguna locura, todo lo contrario”, y que “apuntamos a que la vacunación sea obligatoria, no solo porque cuidan a una persona en términos individuales, sino porque si no vacunan a esa persona, esa persona contrae determinada enfermedad y puede contagiar a muchos más. No solo es para un cuidado individual sino para un cuidado colectivo, por eso se establece la obligatoriedad”.

Respecto a las personas que ya manifestaron su oposición a aceptar la colocación de las dosis, comentó: “Son miedos normales, también muchas veces motorizados por sectores políticos o de los medios. Son miedos normales que suceden al inicio de estos procesos, yo creo que con el pasar del tiempo se van a ir disipando”.

En tanto, dirigentes de Juntos por el Cambio plantearon dudas e hicieron críticas acerca de la compra por parte del Gobierno de 25 millones de dosis de la vacuna rusa Sputnik V contra el coronavirus, cuya llegada al país se estima entre diciembre y los primeros días de enero.

Por ejemplo, el diputado nacional y presidente de la Unión Cívica Radical (UCR), Alfredo Cornejo, le exigió al Gobierno “mucha más información” acerca de este acuerdo y dijo que “hay una gran improvisación” por parte del Ejecutivo en este tema. “No es un Gobierno tan creíble. De hecho, el viaje a Rusia se mantuvo en secreto y se informó una vez que empezó a trascender”, dijo sobre la visita de la viceministra de Salud, Carla Vizzoti, al país europeo.

Por su parte, diputados radicales de Juntos por el Cambio “realizaron un pedido de informes al Poder Ejecutivo para obtener información respecto de la logística que se implementará para llevar a cabo la vacunación contra el COVID-19”.

Mientras, el diputado nacional Luis Petri advirtió falsamente que el Gobierno “quiere comprar una vacuna cuyo único estudio se realizó en 72 personas por 42 días, sin placebo y sin voluntarias mujeres”.

En su cuenta de Twitter, consideró que “los primeros voluntarios en el país deberían ser todos los funcionarios del Ministerio de Salud y Anmat que participen en el proceso de compra y aprobación de la vacuna Sputnik V o de cualquier otra”.

Otro que se pronunció al respecto fue Adolfo Rubinstein, el ex ministro y secretario de Salud del gobierno de Mauricio Macri, quien aclaró que “ni la vacuna rusa ni ninguna de las otras que están en carrera han finalizado los ensayos de fase 3”. Y agregó que “todas deben terminar los estudios que permitan garantizar la efectividad, seguridad y calidad para su aprobación regulatoria, con la misma rigurosidad que cualquier otra vacuna”, dijo en su cuenta de Twitter.

 

 

 

 

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1 comentario

raul 4 noviembre, 2020 at 6:47 pm

que no se vacunen los macristas,QUE REVIENTEN y en 2021 les ganamos todavia mas que por paliza

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