Mauricio Macri es el dueño de la pelota y desde sus plácidas vacaciones en el verano europeo marca la cancha en Juntos por el Cambio y, más específicamente, a Horacio Rodríguez Larreta. En una extensa carta, que seguramente él no redactó, avisa que el “no pelea lugares ni se mete en discusiones internas” pero que ahí está para ordenar el camino de Juntos por el Cambio. Luego agrega que “está en juego si vamos a seguir siendo una democracia o nos convertimos en una autocracia”.
Macri hoy representa el ala dura del establishment económico, a los Paolo Rocca, Héctor Magnetto, la UIA y la Sociedad Rural, de allí su fortaleza como líder de la oposición. Larreta con su postura hacia el centro no interesa demasiado en esta elección de medio termino, por lo cual hoy los medios hegemónicos están jugando fuerte con los sectores duros de JxC.
A Macri no solo le preocupa mantener la conducción de Juntos por el Cambio sino mantener la jefatura opositora para frenar todas las denuncias judiciales que hay en su contra: enriquecimiento ilícito, la causa Correo, los parques eólicos, la de los peajes, la venta de Macri Air a Avianca y las que seguirán apareciendo sin olvidarnos que la causa de los espías donde su nombre podría aparecer como el jefe de una asociación ilícita ilegal.
Tema Carrió. La ex diputada también se metió en la interna del PRO. Por ahora parecería que juega del lado de Rodríguez Larreta, María Eugenia Vidal y Diego Santilli. Salió a pegarle a Facundo Manes y a los radicales al afirmar que “no quieren la unidad” pero es un clásico su desprecio al partido radical. La idea de la dirigente de la Coalición Cívica es negociar los siete cargos que le corresponden a su sector, por lo cual hoy juega con el jefe porteño pero mañana puede cerrar con el ex presidente. Como siempre, Lilita no es de confiar.
Tema Mariu. Antes de viajar a Madrid, Macri se reunió con la ex gobernadora, quien le aseguró que no será candidata en la provincia de Buenos Aires. El ex presidente está decepcionado con Vidal y mando a sus amigos a destruirla en las redes. Por ejemplo, Diego Guelar, ex embajador en China, fue contundente: “Debería cumplir su palabra….podemos y tenemos que ganar… Jorge Macri, Manes, Pichetto y otros la van a acompañar….y la Provincia es “la madre de todas las batallas”…la CABA ya esta ganada…defección es traición…”
Vidal sabe qué presentarse en la provincia de Buenos Aires era terminar con su carrera política. Perdió las PASO por 22 puntos y las generales por 15 puntos. Los bonaerenses desprecian su pésima gestión en salud, educación y seguridad. Para que no quepan dudas de que jugará en CABA, la ex gobernadora sacó de su biografía en Twitter su lema “orgullosamente bonaerense”. En las redes, los seguidores del sector duro no la perdonaron.
Más allá de las diferencias entre Macri y Rodríguez Larreta lo más probable es que haya unidad en la oposición o unas PASO controladas. En la provincia de Buenos Aires lo más probable que la lista sea encabezada por Diego Santilli, dejando de lado al sector de Jorge Macri, y quizás en una interna con el radicalismo que llevaría a Facundo Manes. Pese a que muchos municipios son de la UCR, los principales en el conurbano los maneja el PRO, por lo cual la interna la ganaría Santilli.
El ex presidente acepta que la provincia la conduzca Larreta pero no acepta a Vidal encabezando en CABA. Su candidata es Patricia Bullrich, quien ha dicho que no ira en tercer lugar y que no le teme a las PASO. Vidal dice que para ser candidata quiere “lista de unidad”, de allí que existe la posibilidad que finalmente no juegue y se reserve para el 2023 en un cargo del ejecutivo porteño o se vaya un año a trabajar en la OEA. Finalmente no hay que descartar que Mauricio Macri decida encabezar la lista de legisladores, con lo cual Rodríguez Larreta deberá ceder el lugar para no producir una ruptura total en la oposición.
Habrá que esperar hasta el 24 de julio para conocer las listas definitivas.