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19 abril, 2024
PAÍS

La Corte Suprema de Justicia se prepara para el tercer intento de “golpe institucional” contra un gobierno peronista

Por Alfredo Silletta

La Corte Suprema de Justicia intentará el lunes dar un golpe institucional y hacerse cargo del Consejo de la Magistratura. Es el tercer golpe contra un gobierno peronista. Lo intentó en 1945 contra Juan Domingo Perón, en 2003 contra Néstor Kirchner y lo hará el próximo lunes contra Alberto Fernández, luego de declarar inconstitucional una ley del año 2006 sobre la conformación del Consejo y “ordenarle” al Congreso de la Nación una nueva ley en 120 días bajo la amenaza de restituir una ley derogada de 1999. Ese viejo texto permitirá que el juez Horacio Rosatti se haga cargo de la presidencia del Consejo, manejar su presupuesto e influir en los nombramientos de jueces amigos o destituir a los que no les gusta.

Hay que recordar que esta Corte es la misma que aprobó durante el gobierno anterior todas las persecuciones contra la ex presidenta Cristina Kirchner, el espionaje ilegal de Cambiemos y avaló la mal llamada “doctrina Irurzun” que permitió meter preso a los funcionarios kirchneristas sin ningún sustento legal.

Primer intento golpista. Hace 77 años, en las vísperas del 17 de octubre, la Corte estuvo a punto de hacerse cargo de los destinos del país pero la gigantesca movilización de los trabajadores a Plaza de Mayo frenó esa jugada y permitió elecciones libres en febrero de 1946.

Aquella historia comenzó en el 19 de septiembre de 1945, en la llamada Marcha por “la Constitución y la Libertad”, pidiendo que termine el gobierno comandado por Farrell y Perón. Miles de manifestantes se reunieron en la Plaza de los dos Congresos y marcharon por la avenida Callao hasta Plaza Francia. Al frente de la misma se observaba a todo el  establishment de Buenos Aires: Joaquín de Anchorena,  Rodolfo Ghioldi, Nicolás Repetto, Alfredo Palacios, José Tamborini, Ernesto Sanmartino, Carlos Saavedra Lamas, Mariano Castex y José María Cantilo, entre otros.  La avenida Callao fue una fiesta y hasta se sumó a la misma el embajador norteamericano Spruille Braden. Los cánticos más recurrentes, además de las estrofas de La Marsellesa, fueron los siguientes: “Votos si, botas no”, “Desde el cabo al coronel, que se vayan al cuartel”, “Con tranvía o sin tranvía se quedaron en la vía” y “A Farrell y Perón hoy le hicimos el cajón”.

A partir de allí la presión hacia el gobierno fue muy fuerte para que dejara el poder. La Marina sacó un documento firmado por 30 almirantes  y parte del Ejército, que no veía con buenos ojos el crecimiento de la figura del coronel Perón y su relación con los obreros, pidieron un cambio drástico. La oficialidad de Campo de Mayo exigió la renuncia del coronel Perón a la vicepresidencia y a la secretaria de Trabajo. El presidente Farrell aceptó su destitución pero el establishment no se conformó con esa medida. Días después pidió la cárcel para el coronel y que el presidente entregara el gobierno a la Corte.  La gente de barrio Norte salía a la calle alborotada y se reunía por aquellos días en la Plaza San Martín, frente al Círculo Militar.

Farrell llamó al Procurador de la Corte, el Dr. Juan Álvarez para que formara un gabinete civil de notables hasta que se realizaran las elecciones en 1946. Los sectores más nacionalistas que miraban con buenos ojos a Perón y al radicalismo no estaban convencidos de volver a un régimen anterior a 1943.

El Procurador forma un gobierno compuesto por la dirigencia más rancia y oligárquica, todos integrantes de la Década Infame y a serviles los intereses extranjeros. Cuando alguien le preguntó por qué se decidió por ese tipo de personajes, la respuesta fue típica: “¡Pero sí son apolíticos!”.

Mientras los diarios festejaban esos nombres y la detención de Perón, el subsuelo de la patria comenzaba a sublevarse en cada fábrica y rincón de la Argentina.  Lo que sucedió después es historia conocida. Miles de trabajadores salieron a la calle y marcharon hacia la Plaza de Mayo a pedir por la liberación del coronel Perón en aquella histórica jornada del 17 de octubre.

Luego del triunfo electoral de 1946, el peronismo inició el juicio político a la Corte Suprema, el cual finalizó en 1947 con la destitución de sus miembros más la del Procurador Álvarez. Los argumentos fueron contundentes: desde haberse convalidado con sus acordadas de 1930 y 1943 gobiernos de facto y emitir fallos políticos para impedir los fines sociales del último gobierno a haberse negado a tomar juramento a los camaristas de la Justicia del Trabajo, retardando así el funcionamiento del fuero laboral.

Segundo intento golpista. A los pocos días de asumir Néstor Kirchner el presidente de la Corte, Julio Nazareno, amenazó al gobierno con un fallo que obligaría a los bancos a devolver en dólares el dinero de los ahorristas. Esto preocupó tanto a Kirchner como a Lavagna porque un  eventual fallo favorable a la redolarización, en este caso de un depósito de un ahorrista particular, sería el inevitable efecto cascada de la medida en otros miles de reclamos y la obligación de convertir a dólares cientos de depósitos que en ese momento estaban en moneda argentina.

Varios funcionarios del gobierno pidieron la renuncia de Nazareno, pero el juez ante un periodista de Crónica TV reiteró que ellos seguirían con los fallos que consideraban “mejor” para el país y, ante una pregunta de si no era una extorsión tratar los recursos atrapados en el corralito y sobre su renuncia, el ministro en un tono exaltado dijo  “Ah! no, no. Me voy, déjate de joder”.

Esa misma noche, Kirchner pidió el tape de Crónica TV.  No lo podía creer.  Ya en Olivos  lo converso con Cristina y a la mañana con sus ministros.

Ese mediodía llamo a Aníbal Fernández y le dijo:

-“Vamos a grabar en un rato un mensaje, voy a pedir el juicio a la Corte”.

Fernández puso cara de asombro y el presidente le comentó:

– “¿Te asusta?”.

– “No, no me asusta, lo que te pido es que me digas que no volvemos para atrás”.

-“Nunca ¿qué es el poder?, ¿los granaderos, el helicóptero, la quinta de Olivos? Si eso es el poder me voy a mi casa.”.

Esa noche, por cadena nacional, Kirchner fue a fondo contra el presidente del tribunal y pidió su juicio político. Debilitado por el avance del juicio político en el Congreso, Nazareno renunció a fines de junio. En pocos meses cayeron los jueces Moliné O’Connor, Guillermo López y Adolfo Vázquez.

A 77 años de aquel primer intento de la Corte de hacerse cargo de un gobierno y a 19 años de intentar repetir un golpe contra Néstor Kirchner, el presidente Alberto Fernández deberá tomar las medidas necesarias (juicio político y ampliación de la Corte) para hacerles comprender a los Supremos que en un estado democrático es el poder Ejecutivo, a través del voto popular, el que debe gobernar, más allá de  los jueces y las corporaciones económicas. Como dijo el miércoles Cristina Kirchner habrá que repensar en algún momento las instituciones democráticas que nacieron con la Revolución Francesa. “Hoy nuestros parlamentos, nuestros ejecutivos, nuestro Poder Judicial tantas veces cooptado por los poderes económicos, ¿Cuánto representan del poder? Hablamos de poder cuando alguien toma una decisión y esa decisión es respetada por el conjunto. Que te pongan la banda y te den el bastón, créanme, no significa que tengas el poder, sólo un poquito de eso. Y lo digo por experiencia”, afirmó la ex mandataria.

El próximo lunes, el presidente de la Corte, Horacio Rosatti, está decidido a dar un golpe institucional con el Consejo de la Magistratura. El presidente Alberto Fernández debería iniciar el juicio político a los miembros de la Corte Suprema de Justicia y mandar un proyecto de ampliación a 12 miembros de la Corte. Y ya que hablamos de las vísperas del 17 de octubre sería bueno recordar aquel encuentro entre Arturo Jauretche y el radical Amadeo Sabattini que no quiso hacerse cargo del gobierno días antes del 17 de octubre y dejö que la Corte lo hiciera. Jauretche se opuso y dejö una frase memorable: “Sepa, doctor, que la historia ha pasado al lado suyo y usted la ha dejado escapar. Nunca más tendrá esa oportunidad”.

 

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2 Comentarios

Martacantkiert 15 abril, 2022 at 10:31 pm

Una “Corte” totalmente desligitimada, con dos miembros que aceptaron ser nombrados por decreto, en contra de lo que dice la Constitución, pero son avalados por la Mafia.
En un país normal les harían un Juicio Político , es lo menos que se merecen.

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