No cabe duda que la sonrisa de oreja a oreja que anoche mostraba Sergio Massa tras la media sanción en Diputados del proyecto con el que prácticamente pasa a mejor vida el impuesto a las Ganancias, es por demás justificado. Es que, con ese logro, el ministro de Economía y candidato presidencial de Unión por la Patria se llevó lo que buscaba, al terminar con uno de los tributos que mayor rechazo generó durante años, y dejar en un lugar más que incómodo al interbloque de Juntos por el Cambio, que quedó anclado en un discurso de responsabilidad fiscal, pero alejado de los trabajadores.
De esta manera, Massa mostró picardía y cintura política a la hora de aglutinar a la oposición en torno suyo. En primer lugar, después de mucho tiempo que no ocurría en la Cámara baja, fijó la agenda del debate, es decir, una agenda vinculada con el bolsillo, como lo es el Impuesto a las Ganancias.
Y tan redonda le salió la jugada, que logró juntar atrás de su propuesta a una parte de Juntos por el Cambio, los diputados de Evolución Radical que le dieron quorum, sumado a diputados provinciales. Como si fuera poco, le arrebató al ex presidente Mauricio Macri, y a la candidata de JxC, Patricia Bullrich, la bandera de que el salario no es ganancia.
En otras palabras, ayer terminó de quedar expuesta la endeble y cínica postura de Juntos por el Cambio, con su característica doble vara, ya que no hicieron más que mostrar que el objetivo es votar en contra del kirchnerismo, antes que a favor de los ciudadanos.
Los cambios en Ganancias son importantes si se lo mira desde el lado de los beneficios para un universo de 800 mil trabajadores y, desde ya, del lado político, pero también cumplía la función de cazabobos en el que cayó -aunque a conciencia- la bancada de JxC.
Hoy la vista del oficialismo está puesta en buscar que Javier Milei no se escape demasiado, aunque no hay expectativas reales de que en Unión por la Patria (UP) quede en primer lugar. Pero sí hay intenciones de sumar a quienes quedaron huérfanos tras la derrota en las PASO de Horacio Rodríguez Larreta, y que no les convence la opción de Bullrich. En UxP están convencido de que mientras más situaciones de este tipo se den, habrá más chances de captar nuevos votos.
Como muestra de la desorientación y la incomodidad con que se manejaron en esta cuestión, el interbloque opositor se había reunido ayer a la mañana, para acordar que votarían en contra de la eliminación de la cuarta categoría del impuesto a las Ganancias, pero hubo diferencias: algunos pensaron hubiera sido mejor armar un dictamen superador al actual, un proyecto que baje impuestos pero que compense esa reducción con un recorte del gasto público en otro lado, o mayor recaudación, y que no sea exclusivamente un rechazo por el antikirchnerismo característico de la alianza para quedar bien de cara a las elecciones.
Esa disyuntiva quedó saldada por la negativa. En la oficina del jefe de la bancada PRO, Cristian Ritondo, también estuvo el titular del bloque de la Coalición Cívica, Juan Manuel López y Mario Negri que discutieron por dos horas cómo contener fugas y broncas, y decidieron habilitar abstenciones y ausencias.
En tanto, tras la media sanción en Diputados a los cambios en Ganancias, Sergio Massa chicaneó a JxC, después de que algunos de sus referentes le reclamaran que enviara el proyecto al Congreso, pero que luego se opusieran enérgicamente al plantear que, aunque están a favor de bajar impuestos, debe haber un correlato en el gasto público por el costo fiscal de la medida.
El candidato presidencial oficialista dijo por TN, que le gustaría “entender por qué ahora es malo lo que en algún momento ellos planteaban que era bueno”, y le tiró un dardo a Macri en plena campaña: “Yo no hice un spot diciendo: ‘En mi gobierno nadie va a pagar Impuesto a las Ganancias’. Lo dije en una entrevista televisiva, planteé además que lo íbamos a hacer hasta fin de año, dije: ‘Si soy presidente, voy a plantearlo por ley’”.