A 13 años de su muerte: Néstor como Perón, el más amado y el más odiado de su tiempo

La mañana del 5 de mayo de 2009 estaba soleada pero fría en el barrio de Los Hornos de La Plata. Había llegado hasta allí para cubrir la visita del ex presidente Néstor Kirchner que recorría toda la provincia de Buenos Aires para defender el proyecto nacional, tan castigado por las corporaciones y los medios hegemónicos en  aquellos tiempos como se repite en estos días.

Los vecinos, la mayoría muy humilde, habían salido a las calles a recibirlo. Me acuerdo la emoción que le producía abrazarse con los abuelos, con los niños, las mujeres, los jóvenes.

Ese día sucedió algo que quedará siempre en mi recuerdo. En un momento me acerque, cruzamos unas palabras, le conté que trabajaba en el diario  y le regale un ejemplar de Diagonales. Dijo “Ah Diagonales” y entonces le grito al intendente Pablo Bruera, que iba unos pasos más adelante, y señalándole el ejemplar le dijo: “Che Pablo este es el diario que tenés que leer no el otro que tira en contra…”(refiriéndose a El Día).

Néstor Kirchner fue un presidente excepcional, el hombre que sacó este país del infierno y recuperó las mejores banderas del peronismo. El hombre que dio sus mejores años para recuperar las grandes banderas del movimiento nacional.

Al igual que Yrigoyen, al igual que Perón, Kirchner ha sido el más odiado y el más amado de su tiempo. El día de su muerte estuvo nublado, no llovió como en aquel 1 de julio de 1974, pero cayeron lágrimas en los barrios más humildes del país. Ellos, como dijo Evita son “los únicos que saben ser fieles”.

A partir de esa dolorosa muerte “florecerán mil flores” cómo acostumbraba decir Néstor, y la revolución nacional y popular nacida aquel 17 de octubre de 1945, continuará firme y vigorosa.

El ya no está físicamente pero nos dejó a la compañera de toda la vida para continuar gobernando este país.

Quizás Néstor, como en la canción de Silvio Rodríguez, ira “ entre humo y metralla, contento y desnudo, matando canallas con su cañón de futuro”.

*Nota escrita con urgencia en la tarde del 27 de octubre de 2010 y publicada en el diario Diagonales