Después de sus largas vacaciones en la Patagonia, Mauricio Macri finalmente se reunió con varios dirigentes del PRO de su máxima confianza en sus oficinas de Vicente López, para avanzar en la definición de la estructura partidaria y delinear quiénes serán los elegidos para acompañarlo en los principales cargos de la fuerza.
Esta cumbre partidaria se dio en medio del enfriamiento de un posible acuerdo con La Libertad Avanza, y mientras el ex presidente reconsidera sus próximos pasos.
Quienes se hicieron presentes lo respaldaron en su intención de volveré a conducir el partido que creó a principios del 2000. En filas amarillas entienden que necesitan establecer condiciones y liderazgos puertas adentro para después avanzar en un acuerdo con el actual Gobierno. En ese marco, Patricia Bullrich, ausente en el encuentro, vuelve a estar en el radar de Macri y la apunta como interlocutora con el actual presidente.
En la cumbre continuaron las negociaciones en torno a una lista de unidad liderada por Mauricio Macri. Esa opción ya fue parte de un operativo clamor lanzado por los titulares del PRO de las provincias, con pocas excepciones, como Buenos Aires. En ese distrito, se acelera la búsqueda de consensos para que el titular sea Cristian Ritondo.
Asimismo, sigue alejado de estas cuestiones el ex jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta. Y si bien juega al misterio, todo indica que no dará la pelea interna en el partido.
Entre los presentes estaban Cristian Ritondo, jefe del bloque PRO en Diputados; Jorge Macri, jefe de Gobierno porteño; Soledad Acuña, ex ministra de Educación de la Ciudad; Guillermo Montenegro, intendente de General Pueyrredón; el diputado bonaerense Diego Santilli; el jefe de Gabinete de la administración porteña, Néstor Grindetti; y Fernando De Andreis, mano derecha de Macri y ex secretario general de Presidencia durante su gobierno.
Con el foco puesto en “fortalecer el espacio”, darle “nitidez identitaria” y en abrir el juego a las “nuevas figuras de PRO”, la mesa chica que acompañó a Macri le puso paños fríos a la posible convergencia con La Libertad Avanza y aseguran que cualquier entendimiento en esa dirección “va a ser lento”.
Quienes están cerca del ex presidente, revelan que está furioso con Karina Milei porque frenó el desembarco del PRO en el gobierno nacional, y le advirtió a su equipo que no piensa aceptar que le “imponga condiciones”.
El ex presidente sabe que fue la Secretaria general de la presidencia quien puso en stand by la fusión del PRO con La Libertad Avanza, y por eso las negociaciones se estancaron, al punto que Javier Milei dijo que “eso va a fluir solo”.
Sabiendo que el acuerdo está totalmente trabado por las maniobras de Karina, Macri la fulminó puertas adentro, diciendo: “No voy a dejar que me imponga condiciones una vendedora de tortas por Instagram”.