Ariel Lijo deberá renunciar a su juzgado en los tribunales de Comodoro Py si quiere sumarse a la Corte Suprema, que hoy rechazó el pedido de licencia del magistrado en su cargo al frente del Juzgado Criminal y Correccional Federal 4. De esta manera, ahora debería renunciar a su puesto en ese tribunal para asumir como el quinto cortesano.
Así lo resolvieron tres de los cuatro integrantes de la Corte en el acuerdo de este jueves. La sorpresa la dio Manuel García-Mansilla, el juez que Javier Milei acaba de designar por decreto, que se plegó a la estrategia de Horacio Rosatti y Carlos Rosenkrantz a la hora de dilatar la llegada de Lijo al llamado máximo tribunal de Justicia.
Tanto Lijo como García-Mansilla fueron designados por el decreto 137/2025 del presidente. El Senado no les prestó acuerdo para sumarse a la Corte, aunque en el caso de Lijo, tenía el camino más allanado, ya que había conseguido las firmas necesarias para que su pliego se tratara en el recinto.
Este jueves, el tema quedó zanjado en un acuerdo que duró alrededor de media hora. Rosenkrantz, Rosatti y García Mansilla votaron en contra de la licencia de Lijo. Solo lo respaldó Ricardo Lorenzetti, quien también promueve su llegada a la Corte Suprema.
En caso de que el magistrado decida permanecer en su cargo en Comodoro Py, el Gobierno debería enviar al Congreso un nuevo pliego con otro candidato para completar la integración de la Corte.
Por lo tanto, el magistrado estará ahora frente a una encrucijada: puede quedarse como juez federal y desechar la posibilidad de ser magistrado de la Corte, o renunciar a su cargo como juez para asumir en el máximo tribunal. El riesgo de dejar su actual cargo es que el Congreso termine rechazando su nombramiento por decreto, y entonces se quedaría sin la Corte y sin el juzgado federal.
Lijo es juez federal desde 2004. Tiene 56 años, y por lo que le quedan 19 años hasta que llegue el momento de su jubilación. Fuentes judiciales revelaron que no quiere renunciar a su juzgado porque la comisión en la Corte sólo se extiende hasta el 30 de noviembre, y para permanecer en el alto tribunal, debería conseguir el aval del Senado.
Justamente, para ganarse un sillón en la Corte, Lijo necesitará el respaldo de los dos tercios de la Cámara alta. La oposición podría pedir una sesión especial para tratar los dos pliegos la semana próxima. Unión por la Patria (UxP), que ya dijo que no le prestará acuerdo a ningún candidato que aceptara ingresar a la máxima instancia judicial argentina por decisión unilateral del Poder Ejecutivo, podría votar en disidencia el pliego de García-Mansilla para que esté en condiciones de ser tratado.