En la Casa Rosada las alarmas suenan cada vez más fuerte. El gobierno espera, casi con fe religiosa, que el encuentro de Javier Milei con Donald Trump la próxima semana traiga algún auxilio financiero para frenar el incendio económico, justo cuando el equipo económico se quedó sin dólares y las reservas tocan mínimos críticos.
El clima interno es de preocupación. Las encuestas que llegan al despacho presidencial son un baldazo de realidad: la imagen de Milei se desploma y los números electorales del oficialismo son cada vez peores.
Las razones sobran: salarios pulverizados, inflación en alza, crisis en educación y salud pública, tarifazos, cierres de empresas y una fuerte caída del consumo. Todo eso configura una tormenta perfecta para un gobierno que ya no logra controlar la agenda ni el humor social.
A los problemas económicos se suman los escándalos políticos. El caso de las coimas en la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS), que involucra a la hermana del presidente, Karina Milei, y al asesor Eduardo “Lule” Menem, golpeó de lleno en el corazón del poder libertario.
Y, como si fuera poco, la vinculación del diputado José Luis Espert con una red de lavado de dinero y narcotráfico terminó de dinamitar la imagen de La Libertad Avanza, obligando al propio Milei a pedirle la renuncia a su candidatura bonaerense.
Una encuesta reciente de las consultoras La Sastrería y Trespuntozero, dirigidas por Shila Vilker y Raúl Timerman, muestra una tendencia clara: el peronismo crece y La Libertad Avanza cae.
Según el relevamiento nacional, Fuerza Patria (el frente peronista) alcanza un 46,2% de intención de voto en todo el país, mientras que La Libertad Avanza se ubica en 40%, con una pendiente descendente semana a semana.

En términos de imagen, Milei obtiene apenas un 41,3% de positiva contra un 57,9% de negativa.
Cuando se consulta sobre la situación económica, solo el 35,8% la aprueba, mientras que un contundente 63,7% la desaprueba.
El sondeo también indaga en las expectativas electorales de cara a los comicios de octubre:
- “El Gobierno ganará por mucho”: 25,3%
- “El Gobierno ganará por poco”: 20,2%
- “El Gobierno perderá por poco”: 27,3%
- “El Gobierno perderá por mucho”: 17,9%
- “No sabe”: 9,3%
El estudio se realizó entre el 16 y el 22 de septiembre, con 1.150 casos en todo el país y un margen de error de ±2,9%.
Los resultados confirman lo que muchos en el oficialismo temían: la luna de miel con el electorado terminó. El discurso anti-“casta” ya no alcanza para tapar la realidad de los bolsillos vacíos, los conflictos internos y los escándalos que cercan a la cúpula libertaria.
Con el dólar en alza, las encuestas en picada y los tribunales mirando a su entorno, Milei enfrenta su momento más frágil. Si no aparece el milagro financiero que espera de Trump, la motosierra podría terminar cortando el poco poder que aún le queda.
