“Hemos pasado cosas muy difíciles, pero nunca nos dejamos vencer porque encontramos un objetivo muy claro para pelear”. “No quiero periodistas domesticados, quiero periodistas que discutan”, dijo Hebe de Bonafini en un aula 23 colmada de docentes, estudiantes, autoridades y graduados de esta Facultad, periodistas y dirigentes políticos, sociales, sindicales y de Derechos Humanos, que participaron del cierre del Pre Congreso de Periodismo y Comunicación de la Asociación Madres de Plaza de Mayo, que se llevó a cabo en esta unidad académica.
Del evento también participó la decana de esta casa de altos estudios, Florencia Saintout, quien sostuvo que “las Madres nos honran con la posibilidad de que uno de los Pre Congresos se haga en esta Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la UNLP”. En este sentido, cabe destacar que esta modalidad preparatoria de cara a lo que será el Congreso que se desarrollará en la sede de Madres, se realizó también en Mar del Plata y Lanús.
“Estoy contenta y feliz de estar acá, porque es parte del sueño de nuestros hijos: una universidad con tanta libertad, un lugar donde los jóvenes aprenden como tienen que aprender el periodismo”, dijo la titular de Madres de Plaza de Mayo al comienzo del acto en el que también la presidenta del Centro de Estudiantes de la Agrupación Rodolfo Walsh, le entregó un collage que recupera las plataformas electorales que esa organización estudiantil presentó en toda su historia ligada a la lucha de las madres y los derechos humanos.
“Una de las primeras maneras que tuvimos las Madres de comunicarnos con la gente, para no hacer un volante que no se guardaba, cada una pintó en su casa unos mamarrachos terribles, pero todas con una misma cosa: denunciando que nos faltaban los hijos”, recordó Hebe, al tiempo que destacó que “la comunicación siempre fue muy importante para nosotras”.
También contó que en las primeras semanas de 1977 cuando comenzaron con las marchar alrededor de la Pirámide de Mayo “la policía nos fue pegando y nos llevó hasta el monumento a Belgrano”, y agregó: “Peleamos muchísimo hasta que conseguimos hacernos visibles en el centro de la plaza”.
“Siempre tuvimos la idea de que la comunicación era una cosa que podía servir para salvar a los hijos, porque nadie sabía nada y los medios decían todos disparates”, explicó la titular de Madres de Plaza de Mayo, y añadió: “Cuando empezamos a ver que teníamos que mostrarle al mundo lo que estaba pasando, nos dimos cuenta que no era fácil, había muchísimos inconvenientes, pero nosotras estábamos convencidas de que la comunicación era parte de la vida de nuestros hijos”.
Hebe también rememoró “el golpe terrible que nos dieron” con el secuestro, la tortura y finalmente el asesinato de integrantes de la Asociación que fueron arrojadas al Río de La Plata en los denominados “Vuelos de la muerte”. “Cuando se produce el secuestro nadie más quería venir a la Plaza. Entonces con otra madre de La Plata y con otra de Buenos Aires dijimos: ‘no, no podemos abandonar ahora: tenemos a los hijos desaparecidos y ahora madres también’, y ahí otra vez estuvo la comunicación”.
“Hemos pasado cosas muy difíciles pero nunca nos dejamos vencer, porque encontramos un objetivo muy claro para pelear; ese objetivo era, nada más y nada menos, que 30000 desaparecidos, 15000 fusilados, casi 9000 presos políticos y 2 millones en el exilio que nos pusimos al hombro para defender a todos por igual”, agregó.
“Hay algo increíble que nos pasa: las Madres tenemos de todo porque ya nos pasaron 90 años, pero llegamos a la Plaza y se nos pasa todo, se nos pasa de verdad”, dijo Hebe, y expresó que eso “es como un encuentro tácito con nuestros hijos”.
“Nosotras encontramos un gran motivo para vivir, que es llevar adelante el proyecto que tenían nuestros hijos. Por eso fuimos felices los 12 años con Cristina y Néstor”, manifestó la titular de Madres de Plaza de Mayo, y concluyó: “Nosotros estamos peleando por un país, por una Patria con la que soñaron nuestros hijos y esa Patria no se las vamos a dejar en las manos a estos; tenemos que ser vivos e inteligentes. No importa cuánto tiempo tengamos que pelear, nosotras hace 40 años que peleamos, y ojala pueda vivir 40 años más para poder seguir peleando”.
Por su parte, la decana de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social, Florencia Saintout, sostuvo que “la jornada de hoy ha sido maravillosa y tremendamente interesante”, y destacó las discusiones que se llevaron a cabo en los dos paneles que se realizaron durante la tarde.
La decana resaltó tres ejes fundamentales del Pre Congreso de la Asociación Madres de Plaza de Mayo: la comunicación, la libertad, y la “convocatoria a partir de la idea de seguir imaginando y haciendo lo imposible”.
En este sentido, consideró: “Las Madres saben muchísimo de comunicación, saben muchísimo de cuando falta la comunicación, han sabido de los horrores que produce la desinformación, de los horrores que produce la concentración en las manos más perversas de la información”. “Pero también saben la otra parte de la comunicación, han aprendido desde el primer momento del valor del derecho de la comunicación, porque en el cerco informativo más feroz nadie tomaba sus voces”, agregó.
“Este pre congreso también está convocado a partir de la apuesta a la libertad, y las Madres fueron las que parieron esos hijos que entregaron todo, hasta la vida, no por un afán suicida, sino porque apostaron a la vida, entregaron todo por el otro”, continuó la decana, y manifestó además que “parieron unos hijos que entendieron que la libertad no era la libertad de los liberales, para salvarse solo, sino que la libertad es posible solamente cuando es justa, cuando se hace con el otro”.
Con respecto al tercer punto, Saintout enfatizó que “cuando parece que todo es planar, que todo va en una dirección, cuando parece que los que siempre se creyeron dueños de todo lo pueden todo, las Madres nos han enseñado y nos vuelven a enseñar que no es así”, y concluyó: “nos vuelven a enseñar que no podemos creer qué es imposible y qué es posible de acuerdo a lo que dicen en la televisión, tenemos que ejercer la libertad, la satisfacción moral diría Rodolfo Walsh, de definir nosotros hasta dónde vamos a llegar, cómo vamos a llegar y con quiénes vamos a llegar”.