No pasa una semana que no se produzca un ataque del gobierno nacional o provincial sobre los intendentes del peronismo de la provincia de Buenos Aires. En las últimas horas hubo un ataque mediático feroz sobre “un supuesto envenenamiento” del agua en el municipio de Berazategui que comanda Patricio Mussi. No fue el primer ataque, hace varias semanas el juez federal de Quilmes, Luis Armella, allanó el municipio buscando supuestas denuncias de corrupción. Un juez, vale recordar, que fue denunciado en el Consejo de la Magistratura por la propia Corte Suprema de Justicia y amigo de Jesús Cariglino, hoy funcionario del gobierno de María Eugenia Vidal.
Las denuncias no van sólo hacia aquellos jefes comunales que se le plantaron a Cambiemos, también están en las listas los llamados alcaldes de “buenos modales” que integran el llamado Grupo Esmeralda. Esta semana, el presidente de Instituto de Previsión Social (IPS), Christian Ribaudo afirmó que en “la provincia había una falta total de auditorías y de controles. Por eso se esfumaban millones de pesos de los contribuyentes”. Luego aclaró que su antecesor Mariano Cascallares, intendente de Almirante Brown, tuvo “una gestión prolija”. En pocas palabras: hoy te perdonamos porque estás entre los jefes comunales de “buenos modales” pero mañana no sabemos.
Hace un tiempo, hubo una serie de denuncias sobre el intendente Julio Pereyra sobre supuestos hechos de corrupción, en parte porque no pudo frenar que la intendenta de La Matanza, Verónica Magario, fuera elegida presidenta de la FAM.
La diputada nacional Elisa Carrió junto a Margarita Stolbizer fueron contra Cristina Kirchner y ahora contra Daniel Scioli. La aparición de ambos en la Universidad de Quilmes implicará nuevas denuncias contra el ex candidato presidencial del FpV.
Florencio Randazzo observó con preocupación que el juez Claudio Bonadio proceso a 25 funcionarios que estaban a su cargo por fraude al Estado. En la reunión del ex ministro con intendentes ya aviso que lanzará su campaña y que no teme a los carpetazos.
El gobierno provincial sintió la derrota en la FAM cuando las 2/3 de los intendentes de todo el país apoyaron a Magario, por lo cual seguirán avanzando con la amenaza de dividir en cuatro el territorio matancero.
El peronismo hoy sabe que si se mantiene unido tiene muchas posibilidades de ganar las elecciones de medio término. Cambiemos lo sabe e intenta debilitar a los intendentes y, en lo posible que vayan el próximo año divididos. El general Juan Domingo Perón decía en los años cincuenta: “Unidos seremos inconquistables; separados, indefendibles. Si no estamos a la altura de nuestra misión, hombres y pueblos sufriremos el destino de los mediocres”.