La CGT lanzará hoy finalmente el paro nacional a la administración de Mauricio Macri. La medida de fuerza llega en medio de la fuerte interna que atraviesa a la central obrera y tras la protesta con incidentes del martes pasado. El gobierno no logró frenar la huelga, pese a tener vínculos estrechos con la mayoría de los sectores de la organización.
La decisión será anunciada hoy tras la reunión del Consejo Directivo de la CGT en la sede de Azopardo 802. La huelga se llevará adelante en la primera semana de abril -hay altas posibilidades de que sea el jueves 6- como habían reclamado los sindicatos del transporte, sin concurrencia a los lugares de trabajo ni movilización. La idea es que luego se sumen las dos CTA, que ya convocaron a un paro para el 30 de marzo, para confluir en la medida de fuerza con la CGT.
No hay certezas todavía sobre la actitud que tendrán frente al paro los gremialistas más “permeables” al gobierno nacional como el titular del Sindicato de Empleados de Comercio, Armando Cavalieri, con un largo historial de posturas cero confrontativas, o el líder de Obras Sanitarias, José Luis Lingeri, cuyo gremio gestiona AySA, una de las principales empresas de servicios públicos.
En el resto de la central sindical la postura absolutamente mayoritaria es favorable al paro por la mala situación económica y las escasas perspectivas de reactivación. El gobierno no supo ni pudo capitalizar la foto de la marcha del martes pasado, con los miembros del triunvirato, Héctor Daer, Juan Carlos Schmid y Carlos Acuña, silbados, insultados y hasta agredidos por parte de la concurrencia.
El jefe de Gabinete, Marcos Peña, reclamó ayer a los jefes sindicales que “no se dejen llevar por las voces que necesitan que el cambio fracase” y atinó a decir que “si la propuesta en materia económica es la vuelta atrás, no hay espacio de discusión posible, salvo en el ámbito electoral y partidaria”. “El paro no es necesario ni va a mejorar la situación de los trabajadores al día siguiente”, dijo Peña.
Junto a su ministro de Trabajo, Jorge Triaca, Peña estimó que las paritarias de este año “van a ir generando una recomposición del poder adquisitivo y consumo” y que en “sectores industriales se empieza a tener movilidad” con relación al empleo.
Desde la CGT, Schmid salió a responderle a Peña. “El gobierno y sus medidas fracasaron; la gente no tiene una moneda y cayó el consumo, por lo que tampoco existe la necesaria demanda y las ‘salvadoras’ inversiones”.
El dirigente sindical indicó que “hay un punto de confrontación” en la decisión del gobierno nacional de mantener el rumbo económico, y estimó que “no hay una interpretación” del Ejecutivo de la situación social que afecta a la Argentina.