Desde noviembre hay una silla vacía en la Suprema Corte de Justicia bonaerense. Pero María Eugenia Vidal no tiene apuro y apuesta a que se libere otro lugar para negociar los dos cargos juntos, una tarea que no será sencilla porque la obligará a negociar con la oposición.
El último en jubilarse fue Juan Carlos Hitters, quien dejó su sillón vacío el pasado 31 de octubre. Pero como arrancaba en ese momento la discusión por el presupuesto 2017 -que se extendió hasta entrado diciembre- y tenía varios frentes abiertos de negociación política con la oposición, entre ellos la designación del nuevo procurador de la Corte. Ese lugar había quedado vacío después de la campaña ejercida contra María del Carmen Falbo y la mandataria necesitaba los votos de todo el Senado para designar a Julio Conte Grand.
La prioridad entonces fue tener nuevo procurador, un privilegio que pocos gobernadores tuvieron. Desde la salida de Hitters, el tribunal quedó integrado por seis miembros y a la espera del candidato que proponga Vidal. El trámite requiere también de los votos del Senado que debe aprobar el pliego que envíe el Ejecutivo por mayoría absoluta. Hay que recordar que Cambiemos no tiene mayoría en la cámara alta.
El gobierno provincial aseguró a fines del año pasado que esperaría hasta marzo para enviar el pliego del reemplazante de Hitters, pero ahora alarga los plazos a la espera de otra silla vacía y la lista de postulantes no para de crecer.
En el máximo tribunal apuntan que no está claro todavía que esa segunda renuncia vaya a producirse. Los rumores indicaban hace algunos meses que el ministro Carlos Soria estaba próximo a jubilarse en abril o mayo pero en su entorno lo desmienten. Y en las últimas semanas se filtró la versión de que es Eduardo Pettigiani y no Soria el que piensa en el retiro. Por ahora, sólo un rumor.
Mientras tanto no para de crecer la lista de anotados para integrar la Corte. Sobresalen dos: Carlos Mahiques, quien fue ministro de Justicia de Vidal hasta mayo de 2016, cuando decidió volver a su cargo de juez de la Cámara de Casación Nacional, y la senadora del FpV, María Laura Leguizamón, quien mantiene muy buena relación con el jefe de Gabinete, Federico Salvai, y su mujer, la ministra de Desarrollo Social, Carolina Stanley. Leguizamón fue jefa política de ambos, cuando recién se iniciaban en la arena política.
Otros nombres que vienen circulando en los últimos meses son los de: Pablo Perrino, un abogado administrativista platense de amplia trayectoria en Tribunales y en la academia, que ha sido conjuez de la Corte; Jorge Rodríguez, juez federal en lo Criminal y Correccional de Morón, y Miguel Piedecasas, actual miembro del Consejo de la Magistratura de la Nación.
Algunos sectores del gobierno provincial anotan al flamante asesor de Gobierno, Marcelo López Mesa, y desde la Justicia platense se habla del ex presidente del Colegio de Abogados, Carlos Andreucci. El juez del Tribunal de Casación, Fernando Mancini, también aparece entre los posibles candidatos, en este caso con el aval del líderdel Frente Renovador, Sergio Massa. Y Miguel Berri, actual funcionario de la Fiscalía de Estado, aparece posicionado por algunos sectores del radicalismo.
En medio de la puja por la vacante de la Suprema Corte de Justicia bonaerense, la legisladora de Cambiemos, Sandra Paris, cercana al vicegobernador Daniel Salvador, presentó un proyecto para promover la equidad de género entre los miembros del alto tribunal y que prevé que las próximas vacantes que surjan sean ser ocupadas por mujeres. Actualmente el máximo tribunal cuenta con seis miembros, de los cuales solo una, Hilda Kogan, es mujer.