La eliminación de la responsabilidad penal de quienes regalen alimentos vencidos, pudiendo provocar así la intoxicación o la muerte, fue el punto que anoche generó el insulto de Elisa Carrió a los legisladores del GEN y Libres del Sur, que precisamente se oponían a esa iniciativa impulsada por el bloque de Cambiemos.
El debate, que se interrumpió por el escándalo generado a partir del exabrupto de ‘Lilita’, era sobre el proyecto que modifica la ley de creación del Banco de Alimentos, que fue creado en 2004, a través de la ley 25.989, y que regula cómo las empresas privadas pueden donar alimentos en buen estado a instituciones públicas o privadas, para que sean repartidas luego entre los más necesitados.
Esa norma establece que los alimentos deben cumplir con las condiciones de salubridad y bromatológicas, para evitar que se entregue mercadería podrida.
Sin embargo, el proyecto modifica un artículo clave: el 9, que define las responsabilidades de los donantes ante cualquier problema que haya con esos alimentos. En otras palabras, elimina la responsabilidad penal de quienes regalen alimentos vencidos y puedan provocar la intoxicación o la muerte del que los consuma.
Si bien en la ley se asegura que, una vez hechos los controles, quedan librados de ser denunciados civilmente por daños y perjuicios “salvo que se tratare de hechos u omisiones que degeneren en delitos de derecho criminal”, la reforma que impulsa el oficialismo establece que “para aquello no establecido en la presente ley se aplicará el Código Civil y Comercial de la Nación”. De esa manera, se borra cualquier tipo de responsabilidad penal para los donantes de alimentos en mal estado.
Ayer, en un acalorado debate en el recinto sobre esa modificación, Stolbizer cuestionó la medida: “No se resuelve el problema del hambre con lo que sobra, mucho menos cuando hay riesgo. Lo que se está votando es gravísimo. Está muy bien la donación de alimentos. Lo que es incorrecto es pretender que el donante de alimentos […] y ese alimento, por una cuestión de vencimiento, termine matando a un chiquito”.
Y Carrió, en un ataque de ira, le contestó: “Si a alguien que le sobra puede darle a otro para que coma en condiciones de salubridad, pregunto, ¿no puede donar? ¡Estamos todos locos! Acá hay un progresismo estúpido que cree que es mejor que [las personas carenciadas] vayan a buscar a la bolsa de basura en vez de tener los alimentos de marca en su casa. ¡Estoy harta del progresismo estúpido! ¡Qué quieren, que se mueran de hambre! ¡Déjenme de jorobar!”.