Como cierre del año, Héctor Magnetto, el CEO del Grupo Clarín, tiene sobrados motivos para levantar la copa y brindar: tal como se esperaba, el Ente Nacional de Comunicaciones (Enacom) aprobó la fusión entre Telecom y Cablevisión que, en la práctica, se convertirá en la mayor empresa de telecomunicaciones del país.
Con esta fusión, la nueva empresa tendría unos 30 millones de clientes, y será la primera organización en el país que actuará dentro del sistema conocido como cuádruple play, al ofrecer servicios de telefonía fija y móvil, televisión paga y banda ancha.
De esta manera, el resto de las compañías experimentará un fuerte impacto negativo, ante la indudable posición dominante y la concentración del mercado que ejercerá el flamante grupo una vez que se plasme la fusión, en los primeros meses de 2018.
La explicación sobre el por qué se autorizó esta unión, que significará la desaparición de empresas medianas que no estarán en condiciones de competir contra estos gigantes de la telecomunicación, es muy simple: el Gobierno le agradece así al grupo que conduce Magnetto por el blindaje mediático que desarrolló a lo largo de estos dos años el Grupo Clarín, consistente en tapar los verdaderos problemas del país, y enfocarse casi exclusivamente en apuntar sus dardos contra el kirchnerismo.
Ya el gobierno de Mauricio Macri había fijado un canon diez veces menor al que pagaron otras empresas (como Movistar) para que el multimedio pueda operar telefonía móvil y vender contenidos para celulares vía Nextel con tecnología 4G y TV móvil on demand. Ahora el Grupo Clarín es uno de los pocos conglomerados a nivel mundial que conjuga TV abierta, cable, diarios, revistas, radios, internet y telefonía celular, en todos los casos produciendo contenidos y manejando su distribución.
Días atrás, Jorge Asís reveló: “Un altísimo directivo de Clarín habló con varios gobernadores y está haciendo una militancia total para que salga la ley (de la reforma previsional) porque verdaderamente dicen que si no sale se puede desmoronar todo. Clarín, por supuesto, tiene el interés especial en la fusión Telecom-Cablevisión antes que todo esto pueda llegar a estallar”.
Para tener una dimensión sobre lo que significa esta fusión en cifras, hay que destacar que Telecom registra en la Argentina 19,3 millones de líneas móviles, más 1,7 millones de accesos de banda ancha y 3,9 millones de líneas en servicio de telefonía fija. A su vez, Cablevisión cuenta con 3,5 millones de clientes y Fibertel llega a 2,2 millones de usuarios, a los que se suman, o superponen, unos 300.000 abonados a la plataforma de contenido Flow. La estimación es que Cablevisión cuenta con 40 % del negocio de televisión paga de la Argentina.
Y algo más: las dos compañías registraron en conjunto una ganancia neta de $ 12.755 millones entre enero y septiembre de este año.
Sin lugar a dudas, el resultado de este proceso es el reposicionamiento de los accionistas del Grupo Clarín en el sector de las telecomunicaciones y la televisión paga, y la consolidación de estos grandes actores en el mercado, que harán peligrar la supervivencia de medianos operadores como Telecentro, y formarán una poderosa barrera para el ingreso de nuevas empresas.