La poderosísima DEA, la agencia antidrogas de Estados Unidos, va a incrementar de manera considerable su presencia en la Argentina: no sólo habrá una mayor dotación de personal en el país, sino que se instalará un nuevo grupo de trabajo (task force) en la frontera norte, más precisamente en la provincia de Misiones.
Ese fue uno de los “logros” alcanzados por la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich en EE.UU., donde no puede contener la sonrisa al haber recibido por estos días tantos elogios y cerrar acuerdos de colaboración con el FBI, la DEA, la Oficina de Seguridad Interior y el Departamento de Estado norteamericano.
Quienes están cerca del presidente, aseguran que Mauricio Macri está cada vez más deslumbrado con ella, por lo que aprueba, apoya y alienta los pasos que da hacia una legitimación de la ‘mano dura’ y el ‘gatillo fácil’.
Si había alguna duda al respecto, ese acompañamiento se evidenció días atrás más que nunca, cuando Macri recibió junto con Bullrich al policía Luis Chocobar, a quien le dijo que estaba orgulloso de él y que lo iba a ayudar en la causa en su contra, a pesar de que ya estaba procesado y embargado por la muerte de Juan Pablo Kukoc, a quien le disparó por la espalda. “Mauricio está encantado con ella. En estos temas Patricia es quien mejor expresa lo que él piensa”, contó un alto funcionario.
Incluso, en Cambiemos todos tienen claro que el último tiempo ella se fortaleció y ganó cercanía con el presidente, que ya la había respaldado durante la crisis por el caso de Santiago Maldonado, y después de la represión frente al Congreso, en diciembre, mientras se discutía la reforma previsional.
Y gracias a ese fortalecimiento, es que, envalentonada como está, se salió con la suya y logró un acuerdo para que la nueva ‘task force’ en colaboración con la DEA se instalará en la ciudad de Posadas, en Misiones, y estará dirigida a “reunir y analizar información y preparar acciones” policiales en todo el Noreste. Esta oficina se sumará así a otro centro similar que ya está operativo en noroeste del país, para las provincias de Salta y Jujuy, donde los agentes norteamericanos colaboran con las fuerzas federales en la lucha contra el narcotráfico.
Como si fuera poco, la ubicación de la nueva oficina en la zona de la Triple Frontera, que la Argentina comparte con Brasil y Paraguay, tendrá también el sentido de atender la inquietud que desde hace años y de manera reiterada expresa el gobierno norteamericano respecto de presuntas actividades del grupo pro iraní Hezbollah en la zona.
La creación de una nueva ‘task force’ junto con la DEA significa que la agencia estadounidense incrementará su dotación de agentes en el país, muy reducida desde que Estados Unidos retiró a parte del personal durante el kirchnerismo.
El número de agentes norteamericanos podría ser más amplio en el futuro, y no sólo de la DEA. “Ellos todavía tienen preocupaciones en la zona, de modo que les propusimos instalarse allí y hacer un trabajo conjunto, que nos permita también tener presencia de otras agencias norteamericanas”, dijo el secretario de Seguridad Interior, Gerardo Milman.
Ayer, la ministra partió hacia Miami, para encontrarse con el ministro de Defensa Oscar Aguad. Ambos quieren estrechar su relación con el llamado Comando Sur, brazo militar que mira hacia Latinoamérica…