Otro paso atrás: autorizan a los policías de la Bonaerense a usar cachiporra de vuelta

A través de una resolución, el gobierno provincial habilitó otra vez el uso del bastón tonfa, más conocido como “cachiporra”, como arma reglamentaria para los efectivos de la Policía bonaerense y armó un manual para explicar que se pueden usar en el 90% del cuerpo de los agresores. Los uniformados deberán llevarlo en la cintura de manera permanente.

La medida, autorizada mediante la disposición 2020/18 fue firmada por el Ministerio de Seguridad, y busca darle “autoconfianza y seguridad” a los policías. La cartera que conduce Cristian Ritondo armó un instructivo con imágenes de cómo usarlo que llegó por mail a cada uno de los efectivos que ya comenzaron a recibir las cachiporras. “Las técnicas que a continuación se describen deben ser practicadas con regularidad para optimizar el potencial del Bastón Tonfa Policial (PR-24) y brindar al personal autoconfianza y seguridad”, señala el manual.

Alrededor de 55 mil agentes ya recibieron los bastones de 61 centímetros de longitud y 600 gramos que deberán llevar de forma permanente en la cintura. “Este manual viene a concientizar al personal policial de las técnicas adecuadas defensivas y de las áreas corporales en las cuales se aplicará la acción ofensiva, a fin de controlar la situación en la que se deba intervenir, teniendo la obligación legal de entender que dicho elemento de trabajo, si es mal utilizado, puede causar heridas graves o la muerte”, señala también el texto en su introducción, al admitir los riesgos que conlleva la utilización de esta “arma no letal”.

El manual detalla también cuáles son las “áreas recomendadas para pegar” y divide al cuerpo en “áreas de aplicación libre”, de “aplicación moderada” y de “aplicación a evitar”.  En este sentido avala los golpes en un 90 por ciento del cuerpo, aunque aconseja hacer énfasis en manos, muñecas, codos, rodillas, tibias y abdomen. En el escrito se habla de “evitar” pegar en cabeza, cuello, esternón, columna vertebral y genitales del agresor.