Sin obra pública, la crisis de Vidal se acentúa y el peronismo se organiza

Por Alfredo Silletta. Más allá que los medios hablan que la gobernadora María Eugenia Vidal podría ser la candidata de Cambiemos en 2019 -si el presidente Mauricio Macri sigue cayendo en las encuestas-, en la Gobernación hay mucha preocupación y alarma en la mesa chica de la gobernadora.

La carta ganadora de Vidal para las próximas elecciones era la obra pública que llegaría en parte por el remozado Fondo del Conurbano.  Estaban convencidos que inundando la provincia con obras, la gente se olvidaría del no acuerdo en paritarias con los docentes, la situación crítica en los hospitales provinciales y la falta de seguridad, especialmente en el Gran Buenos Aires.

El presidente ya le aviso que habrá un recordé de 30 mil millones en la obra pública, que a la provincia le correspondían unos 8 millones pero que esa plata no llegará. El presidente le había prometido cumplir con lo que estaba en obra, pero en aquel entonces no estaba en los planes el acuerdo con el FMI y los nuevos recortes que vendrán.  “No lo sabemos pero si se cumple lo que dicen en Washington los técnicos del FMI se suspenderá toda la obra pública, además de recortes en salarios y en planes sociales, los cuales la mayoría están en la provincia de Buenos Aires”, dice un alto funcionario bonaerense de Cambiemos  en la Legislatura.

Hacia fuera, la gobernadora afirmó que “el espíritu tanto del presidente cómo el mío en la provincia va a ser sostener las obras que ya están empezadas y están en ejecución. En todo caso dejar de empezar nuevas obras”. Esto lo decía Vidal, con la primera reducción que había tomado Dujovne, pero la verdadera guadaña llegará con el Stand By.

Mientras la gobernadora se queda sin obras, las encuestas son durísimas con el presidente en la provincia y empiezan a afectar cada día más a Vidal. En seis meses bajo casi 20 puntos su imagen positiva, aunque todavía esta un peldaño arriba de Macri. Por primera vez Vidal tiene más imagen negativa que positiva. Si el acuerdo con el Fondo no funciona y sigue la perdida de dólares en el Banco Central la situación seguirá en caída libre.

Mientras tanto, los intendentes comenzaron a presionar en la Legislatura para que la ley que impulsa Cambiemos para recortar impuestos en la luz no caiga sobre ellos, sino en los empresarios de la luz. El oficialismo necesita algunosvotos pero por ahora todo el peronismo y el Frente Renovador votarán en contra ya que la ley recorta la carga tributaria municipal. “Vidal decidió cortar el hilo por los intendentes en vez de buscar una rebaja en las compañías que facturan millonarias ganancias”, dice un jefe comunal. Otra opción que ofrecen los jefes comunales es que las comunas paguenla tarifa de luz a precio de generación y no de distribución. Así, disminuirían las boletas de alumbrado que abonan los vecinos. En Cambiemos no se les pasa por la cabeza pedirle algo a los empresarios que se llevan los bolsillos con el tarizafo.

El peronismo empezó a ver que se desmorona todo el proyecto de Cambiemos, que incluye a Vidal y ya están pensando en una gran interna para que surja el principal candidato. Por ahora, la intendenta de La Matanza, Verónica Magario, y el intendente de Lomas de Zamora, Martín Insaurralde aspiran a ese cargo. Unos escalones más abajo están Gustavo Menéndez (Merlo) y Francisco “Paco” Durañona (San Antonio de Areco).

La idea de los jefes comunales es un programa de gobierno provincial que se ocupe del Gran Buenos Aires pero también del interior de la provincia, más allá que todavía en el interior miran con simpatía al odficialismo. “En el 2011 ganamos en el interior, podemos volver hacerlo si vamos con propuestas concretas”, dice un jefe comunal.

Hoy es todo desolación en la Gobernación pero aparece una esperanza cuando observan al circulo rojo que ya tienen en carpeta a Vidal para las elecciones presidenciales en reemplazo de Macri. Por las dudas, la gobernadora ordenó “silencio stampa” sobre ese tema que irrita tanto al presidente y que se lo informó hace unos días Héctor Magnetto, el CEO de Clarín en la reunión secreta de Olivos.