El gobierno de la provincia de Buenos Aires, a cargo de María Eugenia Vidal, nombró como representante en el Consejo de la Magistratura a Joaquín De la Torre, hoy ministro de Gobierno pero un abierto defensor del genocida Jorge Rafael Videla y cercano al Opus Dei, quien será el encargado de juzgar o elegir a los nuevos jueces bonaerenses.
De la Torre, en 1989, seis años después de volver la democracia, firmó una solicitada junto al genocida Videla en defensa de la brutal represión que costó la vida de 30.000 argentinos. “Expresamos nuestro reconocimiento y solidaridad a la totalidad de las Fuerzas Armadas de Seguridad y Policiales que defendieron a la Nación en la guerra desatada por la agresión subversiva y derrotaron a las organizaciones terroristas que pretendieron imponernos un régimen marxista “, sostenía la solicitada.
El funcionario macrista además es un dirigente muy cercado al conservador Opus Dei y “operó” para que monseñor Héctor Aguer continúe en el Arzobispado de La Plata. El Papa Francisco lo eyectó a las pocas horas que cumplió 75 años y nombre como Arzobispo a Víctor “Tucho” Fernández, un hombre muy cercano a Francisco y con un pensamiento nacional y popular.
La gobernadora dejo afuera del Consejo a cualquier pensamiento crítico al pensamiento neoliberal, especialmente dejo afuera a los integrantes de Unidad Ciudadana que les correspondía para darle ese lugar al intendente de Merlo, Gustavo Menéndez, que puso a su hombre de confianza Gustavo Soos. En el peronismo cada día preocupa más el papel del actual presidente del PJ bonaerense y más de un intendente está gritando a vida voz: “volvé Fernando (Espinoza)”. Ya a esta altura esperan que rápidamente termine el año para que asuma como titular del PJ a Fernando Gray, intendente de Esteban Echeverría.