El escándalo por los aportes truchos que se tramita en la Justicia por los delitos de falsificación de instrumento público, falsedad ideológica en instrumento público, uso de documento público falsificado y lavado de dinero no se detiene y golpea día tras día a la gobernadora María Eugenia Vidal.
Lo que comenzó como una investigación en el portal de noticias El Destape y con el silencio cómplice de los medios hegemónicos se convirtió en uno de los escándalos más significativos de Cambiemos. Con el apoyo de otros portales de noticias y las redes sociales la noticia se expandió y terminó estallando en las manos de la gobernadora.
Ante la grave situación, el presidente Macri, que no logra bajar la inflación ni controlar el dólar, llamó la semana pasada a la gobernadora y ordenó que “ponga la cara” y que “corte la cabeza de quien sea”. Vidal finalmente, horas antes de la conferencia de Macri, anunció que echaría a la contadora María Fernanda Inzadel cargo de la Contaduría General de la Provincia de Buenos Aires a la que había sido nombrada hace 5 días. “Hoy le he pedido la renuncia a la contadora Fernanda Inza al cargo en la Contaduría General. Ella formó parte del equipo de rendición de campaña”, dijo Vidal.
El problema es que el escándalo crece. Más de 1.200 casos de financistas fantasma identificados, 94 % de los supuestos contribuyentes afiliados al PRO y aportes bajo sospecha que superan los $ 45 millones, son los principales datos que surgieron como resultado del millón y medio de búsquedas y de las millones de interacciones en las redes sociales y la web sobre el alcance de los aportantes truchos a la campaña de Cambiemos.
Otro de los datos llamativos que apareció ayer en la investigación que encabeza el periodista Juan Amorín, no es sólo la gran cantidad de efectivo que se recaudó ($7 6.373.000) ni la de aportantes sino también la enorme cantidad de aportes que hicieron: según informó Cambiemos, 4.511 personas realizaron 12.066, es decir, más de tres aportes cada uno.
Precisamente, a medida que avanza la investigación, los datos comprometen cada vez más a la mandataria bonaerense, y tal como lo reveló días atrás INFO 135 podría inhabilitar a la mismísima Vidal.
La ley dice que la presidenta del PRO podría enfrentar una condena que podría dejarla inhibida de participar para ocupar o ejercer cargos públicos por entre 6 meses y 10 años, tal como establece la propia ley de Financiamiento Electoral. Y la misma suerte correría su ahora ex Contadora General y Tesorera del PRO, María Fernanda Inza.
De allí, que en la Jefatura de Gabinete que comanda Marcos Peña, comienzan a analizar que no alcanza con la contadora Inza, sino que habría que ir por la cabeza de Federico Salvai, el jefe de campaña y hombre de confianza de la gobernadora. Desde la Gobernación dicen que “es verdad que esta campaña la manejo Salvai pero la del 2015 estuvo a cargo de Peña”, por lo cual si cae una cabeza que caigan dos.
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